+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Observador de Invierno de 2021 del Bretton Wood Project Un examen crítico trimestral de la evolución de la situación en el Banco Mundial y el FMI Publicado por el BRETTON WOODS PROJECT Trabajando con ONG e investigadores para monitorear el Banco Mundial y el FMI +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ 1. La muerte del Doing Business Report resulta exagerada al anunciar el Banco Mundial planes para un relanzamiento con cambio de etiqueta 2. Nuevo acuerdo entre el FMI y Pakistán podría tener un impacto adverso para las mujeres 3. La falta de financiamiento público y alivio de la deuda en la COP26 socava los objetivos climáticos de los países 4. Día de Acción Mundial contra el FMI y el Banco Mundial rechaza agenda de recuperación empresarial 5. El Banco Mundial acusado de “bajo rendimiento persistente” en la COP26, mientras los principales accionistas del Banco se comprometen a la eliminación gradual del financiamiento de combustibles fósiles 6. La Oficina de Evaluación Independiente minimiza la promoción de la austeridad por parte del FMI, mientras que la sociedad civil advierte sobre nuevos recortes 7. Alto Maipo: Los daños perduran debido a la falta de una diligencia adecuada de los BMD 8. La sociedad civil frustrada por la falta de participación sustantiva en el proceso de reposición de la AIF-20 9. Las tensiones entre Argentina y el FMI aumentan antes de la fecha límite crucial para el reembolso del préstamo 10. Crisis de la deuda: ¿Qué pasará cuando expiren las iniciativas del FMI y el G20? 11. Los recargos punitivos del FMI tensan los esfuerzos de respuesta y recuperación de la Covid-19 12. El FMI toma medidas para controlar las políticas de criptomonedas 13. ¿Se alineará el asesoramiento del FMI en materia de políticas con la nueva Declaración de la UNESCO sobre el financiamiento de la educación? ===================================================================== CONOCIMIENTO/análisis La muerte del Doing Business Report resulta exagerada al anunciar el Banco Mundial planes para un relanzamiento con cambio de etiqueta Resumen - En unos dos años se relanzará el Doing Business Report del Banco Mundial - A la sociedad civil le preocupa que los cambios no aborden los problemas estructurales subyacentes expuestos por el escándalo - El relanzamiento del informe ilustra la falta de voluntad de la institución para considerar su sesgo hacia el sector privado El 16 de septiembre las organizaciones de la sociedad civil tuvieron ocasión de celebrar, ya que el Banco Mundial anunció la cancelación del Doing Business Report (DBR) (véase el Observador de Otoño de 2021). La decisión fue el resultado de una investigación independiente sobre las acusaciones de manipulación de datos, a petición del comité de ética del Banco. El informe de los investigadores alegó graves irregularidades éticas, incluido el conflicto de intereses dentro de los servicios de asesoramiento del Banco y la manipulación de datos de las clasificaciones del informe para apaciguar a China y otros accionistas importantes, que involucraban al ex presidente del Banco Jim Yong Kim y a la entonces directora ejecutiva del Banco Mundial y actual directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Estas conclusiones dieron lugar a intensos debates entre los accionistas del Banco Mundial y el FMI y en los medios de comunicación. También puso de relieve el grado en que el Banco y el Fondo se ven afectados por la profundización de las tensiones entre Estados Unidos (y el Norte Global en general) y China. Después de un período de ardiente especulación sobre las implicaciones de la investigación para la legitimidad del Banco y el Fondo, así como para el mandato de Georgieva, el comité ejecutivo del FMI emitió una declaración afirmando su apoyo a la directora gerente el 11 de octubre. Gran parte de la cobertura en los medios de comunicación se centró en la responsabilidad personal del ex presidente del Banco, Kim, y de Georgieva y en las relaciones supuestamente tensas entre Georgieva y el actual presidente del Banco, David Malpass. Algunos presentaron el episodio como evidencia de los esfuerzos de China para expandir su influencia dentro de las organizaciones internacionales. Desgraciadamente, muy pocos medios de comunicación del Norte Global, al tiempo que lamentaban o advertían de los peligros inherentes del aumento del peso de China en el Banco Mundial, se tomaron el tiempo para hacer referencia al trabajo de Eric Toussaint del Comité para la Abolición de la Deuda Ilegítima, y otros académicos, que han documentado críticamente la hegemonía histórica de Estados Unidos dentro del sistema multilateral. Reconociendo que el escándalo del DBR fue solo la “punta del iceberg” y abogando por una respuesta integral, una carta abierta del 12 de octubre firmada por 143 organizaciones e individuos de la sociedad civil, pidió al Banco que abordara urgentemente los problemas estructurales revelados por el escándalo. La carta exigía la reforma de las estructuras de gobierno de ambas instituciones, incluido el acuerdo de caballeros. El documento pedía que se adoptaran medidas para abordar el déficit interno de rendición de cuentas y el conflicto de intereses percibido en los préstamos para políticas y la asistencia técnica, el sesgo ideológico en el asesoramiento y la condicionalidad en materia de políticas, y la falta de voluntad del Banco Mundial para comprometerse de manera significativa con el marco internacional en materia de derechos humanos. ¿Dijimos cancelación? Quisimos decir cambio de etiqueta Las esperanzas de que el Banco Mundial y el FMI utilizaran el escándalo de DBR como una oportunidad para abordar las deficiencias estructurales descritas en la carta de las OSC duraron poco. El 10 de noviembre, Reuters informó que “el Banco Mundial planea revelar en aproximadamente dos años un reemplazo para su informe insignia ‘Doing Business’”. El desarrollo del nuevo DBR se basará en los resultados de una revisión externa del informe encargado por la economista jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart, publicado el 20 de septiembre. El panel hizo varias recomendaciones relacionadas con las críticas de larga data de la sociedad civil al DBR, incluida la adopción de indicadores que miden las funciones positivas del gobierno en la promoción de un buen ambiente empresarial; eliminar las clasificaciones de los países; poner fin al posible conflicto de intereses creado por la venta de servicios de consultoría a los gobiernos destinados a mejorar la puntuación de su país; establecer un cortafuegos entre la unidad del DBR y otras operaciones del Banco; y crear una junta externa de revisión permanente. Según Reuters, Reinhart señaló que “los conceptos clave para el nuevo producto ... [incluyen] un mandato para una mayor transparencia sobre la metodología subyacente... y un enfoque menor en la clasificación de los países”. Reinhart enfatizó que el Banco había instituido “muchas salvaguardias” durante el año pasado y señaló que el detalle de los aspectos prácticos será de dominio público”, confiando que “se mantenga la credibilidad”. Con respecto a la credibilidad, un artículo de Al Jazeera del 26 de octubre señaló que un segundo informe de WilmerHale que investiga “posibles irregularidades por parte del personal actual y anterior del banco, incluida Georgieva”, se dará a conocer en aproximadamente dos meses al departamento de recursos humanos del Banco y no a su junta directiva. El anuncio de la rehabilitación de DBR confirmó los temores de los grupos de justicia económica y los sindicatos, muchos de los cuales habían anticipado que el informe se remodelaría sin comprometerse con las preocupaciones estructurales planteadas por la sociedad civil. A pesar de las recomendaciones sensatas del panel de expertos, el Banco no ha abordado preguntas críticas sobre su gobernanza antidemocrática o el sesgo de desarrollo liderado por el sector privado del DBR. La falta de voluntad del Banco para abordar críticamente la premisa del informe de que “lo que es beneficioso para las empresas es bueno para el desarrollo” ni para evaluar el impacto negativo de las reformas impulsadas por el DBR, ha sido criticada durante mucho tiempo (véase el Observador de Invierno de 2019). Como era de esperar, el anuncio de cancelación del DBR enfatizó: “El Grupo del Banco Mundial sigue firmemente comprometido a promover el papel del sector privado en el desarrollo y brindar apoyo a los gobiernos para diseñar el entorno regulatorio que lo respalde”. El Doing Business sigue profundamente arraigado en el ADN general del Banco Otra evidencia de la dirección del Banco se vio en los comentarios de Malpass durante las Reuniones Anuales de 2021 con la sociedad civil, donde destacó que el Banco continuaría analizando y asesorando sobre las reformas empresariales en el ámbito nacional a través de su Diagnóstico Sistemático de País. Del mismo modo, la retrospectiva del Financiamiento de Políticas de Desarrollo (FPD) 2021 del Banco señala: “Al fomentar un entorno más propicio para el desarrollo del sector privado, los FPD desempeñan un papel esencial en la movilización de capital privado y el apoyo al crecimiento liderado por el sector privado en los países clientes, especialmente crítico en un contexto de espacio fiscal ajustado”. La sociedad civil, los sindicatos y los movimientos sociales temen que el enfoque en el ajuste del espacio fiscal y las alusiones relacionadas a la ola de austeridad esperada (véase el Observador de Invierno de 2021) conduzcan a un nuevo impulso para la privatización de los servicios sociales y el desarrollo en general, incluso mientras persisten los impactos mundiales de la pandemia. La continuación de la austeridad ordenada por el FMI fue fuertemente rechazada por más de 500 organizaciones e individuos que firmaron una carta abierta a Georgieva antes de las Reuniones Anuales de 2020 (véase el Dispatch Annuals 2020). El escándalo de DBR plantea dudas sobre la capacidad del Banco para el aprendizaje y la reforma institucional La reactivación prevista por el Banco del DBR es consistente con una tendencia más amplia: En lugar de abordar críticamente las críticas estructurales fundamentales sobre su enfoque de soluciones de mercado, simplemente lo está redistribuyendo bajo una encarnación más financierizada (véase el Observador de Primavera de 2020). Este fue también el caso con el enfoque “de cascada” del Banco (véase el Observador de Verano de 2017), desde que pasó a llamarse Maximización del Financiamiento para el Desarrollo (véase el Observador de Primavera de 2020), ahora integrado en el enfoque de Desarrollo Verde, Resiliente e Inclusivo (GRID, por su sigla en inglés) de la institución (véase el Dispatch Annuals 2021). El DBR y otros marcos diseñados por el Banco Mundial pueden vincularse a un fenómeno identificado por la economista política brasileña Lena Lavinas como la colateralización de la política social. Observó que “el crédito y la deuda, junto con los nuevos dispositivos financieros, se están convirtiendo en las piedras angulares de lo que solían ser los sistemas de protección social”. Estos erosionan la capacidad estatal, relegando su función a lo que la economista Daniela Gabor, de Bristol, llama el “estado de reducción de riesgos” (véase el Observador de Invierno de 2017-2018). Según el artículo de 2018 de la profesora Linda Labao, de la Universidad Estatal de Ohio, la reducción del Estado ha resultado en la reestructuración del contrato social entre los gobiernos, los ciudadanos y el sector privado, lo que ha “llevado a cambios en la capacidad estatal y la orientación política que dejan a las poblaciones desprovistas de los servicios públicos necesarios, el aumento de la desigualdad entre las áreas geográficas y los grupos sociodemográficos y efectos políticos como el crecimiento del populismo de derecha”. El sociólogo de la Universidad de Johannesburgo Patrick Bond comenta: “Lo que en última instancia es más importante es que, una y otra vez, el Banco no solo prepara el escenario para el mimo neoliberal de las empresas a nivel de políticas, en el Doing Business. Igual de importante es la práctica real del Banco y la Corporación Financiera Internacional cuando ‘hacen negocios’... aquí en Sudáfrica, eso incluye inversiones catastróficas como el préstamo más grande de la historia del Banco: USD 3.750 millones para la central eléctrica de carbón Medupi, plagada de sobornos, así como la mina de platino Marikana y Net1. Estos han equivalido a crímenes impunes llenos de víctimas, incitados por una mentalidad fomentada por el Doing Business: desregulador, centrado en las ganancias, alto en carbono, extractivista y eco-catastrófico, de esquema Ponzi y profundamente anti-pobre” (véase el Observador de Primavera de 2019). Las más de 360 organizaciones, sindicatos e individuos que firmaron una carta abierta en marzo pidiendo al Banco que suspendiera el DBR (véase el Observador de Otoño de 2020, el de Invierno de 2019; el Update de Otoño de 2013) deben redoblar los esfuerzos durante los próximos dos años para impulsar al Banco a enfrentar el iceberg oculto por el escándalo del DBR. Tal como subrayó Frederic Mousseau, del Instituto Oakland de Estados Unidos, reflexionando sobre la declaración conjunta de 2014 de 280 organizaciones de la Our Land Our Business Campaign, “la sociedad civil mundial está decidida a hacer que el Banco mantenga el DBR en su tumba, donde ya no pueda hacer daño”. bit.ly/DBRScandal ===================================================================== En este número - Nuevo acuerdo entre el FMI y Pakistán podría tener un impacto adverso para las mujeres Bilquis Tahira - La nueva estrategia para el clima del FMI busca expandir radicalmente su trabajo climático, en medio de las preocupaciones sobre su enfoque - Alto Maipo: Los daños perduran debido a la falta de una diligencia adecuada de los BMD Juan Pablo Orrega - Crisis de la deuda: ¿Qué pasará cuando expiren las iniciativas del FMI y el G20? - Los recargos punitivos del FMI tensan los esfuerzos de respuesta y recuperación de covid-19 ===================================================================== GÉNERO/análisis Nuevo acuerdo entre el FMI y Pakistán podría tener un impacto adverso para las mujeres Análisis externo de Bilquis Tahira, Shirakat Partnership for Development Resumen - El FMI y Pakistán han llegado a un acuerdo para un nuevo desembolso de préstamos y Pakistán ha acordado recortes significativos - Activistas advierten sobre el impacto potencial de los recortes de gastos en las mujeres y la desigualdad de género La relación excepcionalmente larga de Pakistán con el FMI abarca casi siete décadas, con 23 programas de préstamos valorados en USD 38.000 millones. A pesar de esta larga tradición y de que Pakistán sigue la orientación de expertos y los principios macroeconómicos del FMI, los objetivos declarados de los programas de impulsar el crecimiento económico para reducir la pobreza, facilitar la reforma estructural o contener una crisis económica interna aún están lejos de lograrse. El actual acuerdo de 39 meses y USD 6.000 millones del Servicio Ampliado del FMI (SAF), que comenzó en 2019, se suspendió en enero de 2020 porque Pakistán se resistió a las recomendaciones del FMI de aumentar los precios de la electricidad e imponer impuestos adicionales (véase el Observador de Invierno de 2020). En marzo el directorio del FMI completó las revisiones combinadas segunda a quinta del SAF y aprobó un desembolso de alrededor de USD 500 millones, lo que elevó el crédito emitido a USD 2.000 millones. Sin embargo, las renegociaciones para un mayor desembolso fracasaron por desacuerdos sobre las reformas del IVA y la autonomía del Banco Central. El 21 de noviembre, finalmente, se llegó a un acuerdo para el desembolso de otros USD 1.000 millones y Pakistán cedió a la presión del FMI al acordar recortes significativos en el gasto para los próximos meses. Tal como pasó con los préstamos anteriores, el acuerdo actual sigue la agenda neoliberal del FMI. Las condicionalidades impuestas por el FMI incluyen una amplia gama de medidas de consolidación fiscal, basadas en la privatización, la desregulación, la reducción de los subsidios, la limitación del gasto del sector social, así como las reformas tributarias. En marzo el Gobierno acordó varias medidas de consolidación fiscal, entre ellas el aumento de los precios de la electricidad y la mejora de la regulación del sector eléctrico; la imposición de PKR 140.000 millones (unos USD 791 millones) en impuestos adicionales y la reforma de la tributación de las empresas, la autonomía del Banco Central (véase el Observador de Verano de 2021) y una mejor gestión y la privatización de las empresas públicas. Las condicionalidades afectan gravemente a las personas vulnerables, en particular a las mujeres Seguir la agenda del FMI en el contexto de otros desafíos como el Covid-19, los desastres naturales, las malas cosechas, los efectos climáticos en el sector algodonero y la inflación alimentaria y rural, ha tenido un impacto visible en la población desfavorecida de Pakistán. La pobreza ha aumentado del 31,3% en 2018 al 39,3% en 2020-2021 según las estimaciones del Banco Mundial, con más de dos millones de personas que cayeron por debajo del umbral de pobreza solo en 2020. Del mismo modo, todos los artículos esenciales de consumo doméstico han experimentado una tendencia al alza en los precios, lo que ha vuelto a imponer una carga a los pobres y, en particular, a las mujeres. Por ejemplo, el precio de la harina de trigo ha aumentado un 39%; la gasolina un 79%; la garrafa de gas - utilizadas para cocinar y calentar - un 92% y el carbón vegetal entre un 14% y un 28%. Esto significa que las mujeres pasan más tiempo recolectando leña y gastan una mayor parte de los ingresos en artículos esenciales del hogar. La situación de las mujeres se ha vuelto aún más insostenible. Pakistán ya está rezagado en materia de igualdad de género a nivel mundial: Ocupa el tercer peor lugar en el último Índice Global de Brecha de Género (2021). La participación y las oportunidades económicas, los logros educativos y la salud y la supervivencia de las mujeres y las niñas son motivo de gran preocupación. La violencia de género va en aumento y las condenas son raras. La participación femenina en la fuerza laboral es una de las más bajas de Asia Meridional, con un 22%. Aproximadamente el 70% de las mujeres se encuentra en el sector informal sin protección social. Menos del 2% de las mujeres adultas poseen una casa o un terreno y las mujeres reciben sólo el 19% del financiamiento para empresas. Sólo el 11% de las mujeres tienen cuentas bancarias, en comparación con el 21% de los hombres. La representación de las mujeres en las pequeñas y medianas empresas formales es baja: solo el 6% de las empresas son propiedad de mujeres. Las políticas del FMI exacerban la desigualdad de género en tiempos de crisis mundial Las condicionalidades neoliberales impuestas por el FMI –y aplicadas por el Gobierno por falta de opciones– exacerban la discriminación por género. Shirakat recientemente llevó a cabo 20 discusiones de grupos focales con 118 mujeres en áreas de bajos ingresos de Islamabad y Rawalpindi. Las mujeres indicaron que, debido al aumento de los precios del carbón y el gas, deben caminar largas distancias para recolectar leña. El acceso a la atención médica se ha vuelto limitado, ya que el aumento del precio de la gasolina ha hecho que los costos del transporte público sean prohibitivos. Los fuertes aumentos en las facturas de electricidad han dificultado el uso de la luz por la noche, por lo que la mayor parte del trabajo remunerado y no remunerado debe realizarse durante el día. Las niñas están siendo sacadas de la escuela para que se encarguen las tareas domésticas. Incluso con un aumento en los salarios mínimos, el costo de vida se ha vuelto inmanejable debido a la inflación. Según los informes, la violencia dentro de los hogares ha aumentado a medida que toda la familia se enfrenta a la presión de llegar a fin de mes. El 18 de noviembre los parlamentarios aprobaron la Comisión de Privatización (Proyecto de Ley de Enmienda, 2021) y el Proyecto de Ley 2021 de la Corporación de Servicios Bancarios (Enmienda) del SBP (Banco Estatal de Pakistán) en una sesión conjunta del Parlamento. El impacto de los proyectos de ley se verá a medida que se concrete su implementación. A la luz de las múltiples crisis que enfrenta Pakistán, la severidad de las condicionalidades que se le imponen es altamente inapropiada y ya es hora de que el FMI reconsidere su enfoque neoliberal para evitar que sus políticas perjudiquen aún más a los más vulnerables. bit.ly/PakistanIMF ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/análisis La falta de financiamiento público y alivio de la deuda en la COP26 socava los objetivos climáticos de los países Resumen - Los países ricos no logran alcanzar el objetivo de financiamiento climático de USD 100 mil millones por año, incluyendo el financiamiento desembolsado a través de los BMD - El mecanismo de canjeo de clima por deuda propuesto por el FMI no se materializa, ya que la crisis de la deuda obstaculiza la capacidad de los países de financiar planes climáticos - La condicionalidad climática se avecina para el nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad del FMI, mientras los críticos advierten sobre las políticas de ‘terapia de choque’ verde en el horizonte En la 26ª Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Glasgow, en noviembre, seguían faltando las finanzas públicas que se necesitaban con urgencia para financiar la acción climática, una situación agravada por la angustia de la deuda que afecta a muchos países de ingreso bajo y medio (véase el Observador de invierno de 2020). Además, los críticos han advertido que las soluciones propuestas por el Banco Mundial y el FMI a la crisis climática, incluida la atracción del sector privado, la fijación de precios del carbono y la austeridad continua, amenazan con socavar aún más la capacidad de los gobiernos para abordar la crisis. En la COP26, los países ricos no cumplieron la promesa de 2009 de movilizar USD 100 mil millones por año en financiamiento climático para 2020, incluso a través del Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo (BMD), con una nueva hoja de ruta publicada por la presidencia de la COP26 del Reino Unido que sugiere que el objetivo no se cumpliría hasta 2023. “Todo el marco del [Acuerdo] de París... es potencial y fundamentalmente defectuoso al basarse en promesas nacionales ... sin ningún plan de financiamiento”, dijo Avinash Persaud, asesor de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, al medio de noticias en línea Climate Home en noviembre. “Tenemos un problema de una escala de USD 50 billones y estamos utilizando un presupuesto de ayuntamiento para tratar de abordarlo. Eso no va a funcionar”. El alivio de la deuda para facilitar la acción climática no se ve por ninguna parte La falta de financiamiento climático disponible se está viendo exacerbada por las crisis de deuda en curso en muchos países, que a menudo se ven agravadas por los impactos climáticos. Una nueva investigación realizada por la organización de la sociedad civil (OSC) británica Jubilee Debt Campaign constató que 34 países de ingreso bajo gastaron cinco veces más en el pago de la deuda que en la acción climática en los últimos cinco años, lo que ilustra el costo de oportunidad de las cargas de la deuda. Los activistas de la sociedad civil han expresado su preocupación de que los flujos de financiamiento climático en sí mismos estén aumentando la carga de la deuda: Según Oxfam, en 2017-2018 solo USD 12.500 millones de los USD 59.500 millones en financiamiento climático proporcionados por los países ricos fueron en donaciones, en comparación con USD 24.500 millones en préstamos no concesionales. En abril la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, anunció que el FMI trabajaría con el Banco Mundial para establecer un mecanismo de canje de clima por deuda que se lanzaría en la COP26 para mejorar este problema. Sin embargo, Reuters informó a fines de octubre que el FMI había “abandonado los planes de lanzar una propuesta conjunta con el Banco Mundial” y estaba “reduciendo su impulso para que los canjes de deuda por clima se centren en países sin problemas de deuda importantes”. Esto coincidió con el fracaso del G20 en el abordaje de la crisis de deuda más amplia en la cumbre de sus líderes en Roma en octubre (véase el Observador de Invierno de 2021). Con la falta de liderazgo del Banco, el Fondo y el G20, se dejó a otros el planteo del tema. A finales de octubre el Grupo de los Veinte Vulnerables (V20), un bloque de 48 países, pidió que se creara una opción de reestructuración de la deuda para los países vulnerables al clima. En una declaración emitida durante la COP26, 243 OSC, incluida la Red Focus on the Global South y Third World, pidieron la cancelación de la deuda en reconocimiento de la mayor “deuda climática” que el Norte Global tiene con el Sur Global. Esto fue repetido por 43 miembros del Parlamento del Reino Unido en una carta interpartidista enviada a la secretaria de Estado del Reino Unido para la Foreign Commonwealth and Development Office, Liz Truss, durante la COP26, que exigió el apoyo del Reino Unido y “esfuerzos para cancelar la deuda de los países del Sur Global y permitirles priorizar su respuesta al colapso climático”. Los críticos advierten sobre la ‘terapia de choque’ verde incluida en la comercialización de la acción climática Dado que los países ricos no están dispuestos a movilizar las finanzas públicas a la escala requerida para abordar la crisis climática, los críticos desconfían de lo que viene después. Las discusiones sobre la atracción de inversores privados para la acción climática dominaron las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI en octubre (véase el Dispatch Annuals 2021) y esto continuó en la COP26, a pesar de la enorme desconexión entre la sed de ganancias del sector privado y la creciente necesidad de alivio de la deuda, donaciones y formas altamente concesionales de financiamiento climático. En una nota para el Financial Times, las profesoras Daniela Gabor de UWE Bristol e Isabella Weber de la Universidad de Massachusetts Amherst advirtieron que el incipiente enfoque del FMI sobre el clima (véase el Observador de Otoño de 2021) podría desempeñar un papel perjudicial en este sentido. Sobre una nueva estrategia climática del FMI publicada en julio, señalaron: “En 42 páginas, menciona la fijación de precios del carbono 23 veces, la política industrial verde una vez y las inversiones públicas verdes nunca”. Las profesoras argumentaron que este enfoque, encarnado, entre otras cosas, por la propuesta del FMI de un piso internacional de fijación de precios del carbono entre los grandes emisores, recuerda a la terapia de choque ofrecida por el Fondo en las economías postsoviéticas en la década de 1990, cuando los inversores privados disfrutaban del botín, a menudo con consecuencias sociales y ambientales devastadoras. “La narrativa de los precios suena inquietantemente familiar: los aumentos del precio del carbono asignarán recursos, reales y financieros, a los sectores correctos”, escribieron. “La austeridad macro puede no estar en el discurso, pero está en el menú: después de casi dos años de expansión monetaria y fiscal relacionada con la pandemia, hemos vuelto a los llamados a reducir los fondos públicos”. La condicionalidad relacionada con el clima del FMI puede formar parte de esta agenda. Georgieva señaló en la COP26 que el nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (FFRS) del FMI “proporcionará financiamiento a largo plazo en condiciones favorables a los países vulnerables... para que puedan tener los recursos financieros necesarios para ser fuertes frente a los choques climáticos por venir”. El FFRS se financiará mediante la ‘recanalización’ de los derechos especiales de giro del FMI de los países ricos (véase el Observador de Otoño de 2021; Al interior de las instituciones, ¿qué son los derechos especiales de giro?), de acuerdo a lo que Georgieva dijo al Foro de París sobre la Paz, el 11 de noviembre, de que el objetivo “es comenzar con alrededor de USD 30 mil millones, para aumentarlo hasta USD 50 mil millones y más allá”. Estas cifras empequeñecen los recursos disponibles para el Fondo Verde del Clima de la CMNUCC (véase el Observador de Primavera de 2019), aunque no está claro cuánta financiación de FFRS estará relacionada con el clima. La directora ejecutiva del FMI en el Reino Unido, Shona Riach, confirmó en un evento el 18 de noviembre que, aunque el diseño del FFRS todavía se está discutiendo, es casi seguro que desembolsará préstamos a bajo interés (en lugar de donaciones) y es probable que se exijan condicionalidades para acceder al financiamiento (véase el Dispatch Annuals 2021). En este contexto, la sociedad civil presionará para que el trabajo climático del Banco y el Fondo se alinee con los imperativos de justicia económica y climática. bit.ly/COP26FinanceGoals ===================================================================== SERVICIOS SOCIALES/noticias Día de Acción Mundial contra el FMI y el Banco Mundial rechaza agenda de recuperación empresarial Sesenta grupos de la sociedad civil de 24 países unieron fuerzas el 15 de octubre para un Día Mundial de Acción contra el FMI y el Banco Mundial durante las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI de 2021 (véase el Dispatch Annuals 2021). Protestaron contra la agenda de recuperación de las Instituciones de Bretton Woods (IBW), por preocupaciones de lavado verde y captura empresarial a través, entre otras cosas, del marco de Desarrollo Verde, Resiliente e Inclusivo (GRID, por su sigla en inglés) del Banco Mundial. El coorganizador IBON International, una red global de la sociedad civil que trabaja en democracia y desarrollo, escribió que “el GRID recorre el mismo camino de las asociaciones público-privadas, los informes Doing Business descontinuados y la Maximización del Financiamiento para el Desarrollo: todos defienden la captura empresarial del desarrollo” (véase el Observador de Invierno de 2021, el de Primavera de 2020, el de Verano de 2019; y el informe The World Bank's Privatization Push). En el mismo artículo, Beverly Longid, coordinadora del Movimiento de pueblos indígenas para la autodeterminación y la liberación, pidió “cambios sistémicos para el desarrollo centrado en las personas”. El evento también generó preocupaciones en torno a la creciente carga de la deuda en los países en desarrollo (véase el Observador de Invierno de 2021), las condicionalidades de los préstamos, la emergencia climática y la oposición del Banco a la exención de la propiedad intelectual para las vacunas contra el Covid-19 (véase el Observador de Primavera de 2021). IBON condenó “la continua promoción por parte del FMI y el GBM de la monopolización empresarial de vacunas y tecnologías”. La declaración adjunta del Día de Acción Global destacó el continuo refuerzo de las IBW de un “régimen neoliberal” que afianza la explotación, la desigualdad y el despojo en favor de las empresas multinacionales y sus ganancias. Además, destacó cómo las condicionalidades de los préstamos imponen una carga indebida a los países del Sur Global que luchan contra la pandemia, obligándolos a priorizar los pagos de la deuda y las continuas inversiones extractivas sobre las prioridades nacionales de desarrollo y el gasto en salud (véase el Dispatch Springs 2021). En cambio, IBON y otros organizadores pidieron la cancelación de la deuda, una vacuna popular de libre disponibilidad y el fin del “régimen de políticas de privatización, desregulación, liberalización y desnacionalización”. Los participantes destacaron que una agenda de desarrollo transformadora y centrada en las personas debe incluir “la apropiación democrática de las trayectorias económicas actuales y futuras” y la solidaridad mundial continua con los movimientos de trabajadores, mujeres, indígenas y pobres. bit.ly/IBONStatement ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias El Banco Mundial acusado de “bajo rendimiento persistente” en la COP26, mientras que los principales accionistas del Banco se comprometen a la eliminación gradual del financiamiento de combustibles fósiles Resumen - Funcionarios de la ONU y la sociedad civil critican al Banco Mundial y a otros BMD por falta de ambición en la COP26 - Un grupo de países, que representan el 45% de las acciones con derecho a voto del BIRF, firman la declaración COP26 en la que se comprometen a poner fin al financiamiento público de los combustibles fósiles para fines de 2022 Si bien el Banco Mundial no tomó medidas concretas para introducir nuevas restricciones a su apoyo a los combustibles fósiles en su Plan de Acción sobre el Cambio Climático para 2021-25 publicado en junio (véase el Observador de Verano de 2021), varios de los principales accionistas del Banco han señalado su intención de impulsar un mayor progreso en el Banco y otros bancos multilaterales de desarrollo (BMD) en 2022. Treinta y nueve países e instituciones financieras firmaron una declaración sobre el apoyo internacional a la transición hacia una energía limpia en la 26ª Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow en noviembre. La declaración señala: “Pondremos fin al nuevo apoyo público directo para el sector internacional de la energía de combustibles fósiles para fines de 2022, excepto en circunstancias limitadas y claramente definidas que sean consistentes con un límite de calentamiento de 1,5°C y los objetivos del Acuerdo de París”. El compromiso se aplica al financiamiento bilateral proporcionado por los gobiernos signatarios y “además guiará [su] enfoque en las juntas directivas de los bancos multilaterales de desarrollo”. Aunque el propio Banco Mundial no firmó la declaración, varios de sus grandes accionistas, incluidos Estados Unidos, Alemania, Francia, el Reino Unido, Canadá e Italia, lo hicieron, así como una serie de países prestatarios, incluidos Sri Lanka, Zambia, Malí y otros. En total, los signatarios representan el 45% de las acciones con derecho a voto del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), el brazo de préstamos para países de ingreso medio del Banco, lo que significa que una proporción significativa de los accionistas del Banco Mundial ahora apoya el fin del financiamiento público para los combustibles fósiles, salvo circunstancias excepcionales. El Banco Mundial se convierte en el abanderado de la inacción climática de los BMD en la COP26 La declaración de transición hacia la energía limpia siguió a una decepcionante ‘declaración de ambición’ conjunta de los BMD que se publicó silenciosamente al comienzo de la COP26, el 1 de noviembre, y consistió en gran medida en que los multilaterales simplemente esbozaran los compromisos anunciados anteriormente. En el período previo a la publicación de la declaración, Nick Mabey, ejecutivo del grupo de expertos E3G, con sede en el Reino Unido, cuestionó si el presidente del Banco Mundial, David Malpass, fue directamente responsable de diluirlo, señalando que “el rumor es que Malpass está bloqueando personalmente las posiciones más avanzadas de los BMD sobre el clima” en la COP26. En una reacción de la sociedad civil a la declaración de los BMD, publicada el 2 de noviembre, Bronwen Tucker, de la organización mundial de la sociedad civil Oil Change International, comentó: “Si bien su compromiso de alineamiento con París fue prometedor en 2017, después de años de estancamiento, los BMD ahora se interponen en el camino del Acuerdo de París en lugar de alinearse con él. Pueden cambiar esto uniéndose a otros países e instituciones para poner fin a todo el financiamiento a los combustibles fósiles, aumentar mucho el apoyo al acceso a la energía liderada por la comunidad y la transición justa y volver a centrar su financiamiento climático para servir a las comunidades más vulnerables en lugar de a las ganancias del sector privado”. La frustración por el fracaso de los BMD para mostrar mucha apariencia de ambición unida en la COP26 fue expresada por Selwin Hart, asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre Acción Climática, quien dijo al Financial Times el 4 de noviembre que los bancos multilaterales de desarrollo no podían “continuar haciendo remiendos mientras el mundo en desarrollo arde” y agregó: “Estoy obligado a señalar al Banco Mundial como un actor de bajo rendimiento persistente”. Los comentarios de Hart obtuvieron una reacción considerable y, aparentemente, resultaron en una llamada entre Malpass y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el 6 de noviembre. Aun así, mientras un candidato de Donald Trump con una historia de escepticismo climático esté al mando, es difícil imaginar que el Banco sea algo más que un rezagado climático. bit.ly/COP26FossilFuels ===================================================================== GOBERNANZA DE LAS IFI/Noticias La Oficina de Evaluación Independiente minimiza la promoción de la austeridad por parte del FMI, mientras que la sociedad civil advierte sobre nuevos recortes Resumen - El nuevo informe de la OEI critica el impacto de los recortes impuestos por el FMI, pero no considera excesivas las recomendaciones de austeridad - La sociedad civil destaca el impacto de la austeridad en la desigualdad y alerta sobre la inminente ola de recortes En septiembre la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI publicó su evaluación Crecimiento y ajuste en los programas respaldados por el FMI. En el informe, la OEI, cuya función es realizar evaluaciones de cuestiones relevantes para el Fondo, evaluó en qué medida los programas del FMI de 2008 a 2019 han apoyado el crecimiento en los países y consideró si el FMI había ejercido la mano dura al prescribir políticas de austeridad. Partes del informe presentaron conclusiones condenatorias. El FMI presta a través de dos sistemas: la Cuenta General de Recursos (CGR), que otorga préstamos no concesionales a los países miembros del FMI, y el Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP), que otorga préstamos en condiciones favorables a los países de bajo ingreso. La OEI escribió que, “los programas de la CGR dependían en gran medida de los recortes de gastos para lograr el ajuste; los esfuerzos por proteger a los grupos vulnerables y de bajos ingresos a menudo no alcanzan sus objetivos; el gasto en salud y educación no aumentó significativamente ni en los programas del FFCLP ni de la CGR”. Pero a pesar de tales evaluaciones, la OEI finalmente concluyó que “no encuentra evidencia de un sesgo consistente hacia la austeridad excesiva”, porque consideró que las medidas de austeridad impuestas no habían tenido efectos negativos en el crecimiento. En el informe de la OEI se formularon tres recomendaciones: 1) la atención a las consecuencias para el crecimiento de los programas del FMI debería ser más exhaustiva, sistemática y sensible a las consecuencias sociales y distributivas; 2) los programas deberían prestar mayor atención al apoyo de las reformas estructurales orientadas al crecimiento; 3) el Fondo debería crear instrumentos para analizar la relación entre el ajuste y el crecimiento. En su respuesta formal, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, declaró que apoyaba las recomendaciones segunda y tercera, pero restó importancia a la atención que el FMI debería prestar al crecimiento y a los efectos social-distributivos de sus préstamos, argumentando que “el crecimiento no puede colocarse por encima ni a la par con el objetivo central de los préstamos del FMI de ayudar a los países miembros a resolver sus problemas de balanza de pagos”. Además, cuestionó la capacidad del Fondo para monitorear las consecuencias sociales y distributivas, debido a las “posibles implicaciones presupuestarias” para la institución. Austeridad excesiva pasada y futura En una reunión entre la OEI, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y el mundo académico, organizada por el Bretton Woods Project, quedó claro que esta visión ambivalente de la austeridad no era compartida por la comunidad de justicia económica, que enfatizó constantemente que si la austeridad es “excesiva”, o no lo es, no depende solo de su efecto sobre el crecimiento. Rebecca Ray, de la Universidad de Boston, presentó una investigación que muestra que la austeridad impuesta por el FMI exacerba la desigualdad y concluyó que “incluso si los resultados del crecimiento están comenzando a mejorar, esto no se está reflejando en los niveles de vida y el bienestar”. La sociedad civil y el mundo académico están planteando serias preocupaciones de que la pandemia resulte en una ola de austeridad promovida por el FMI en los países de ingreso bajo y medio. Un documento de Isabel Ortiz y Matthew Cummins a principios de este año advirtió sobre un “shock de austeridad fiscal post-pandemia ... mucho más prematuro y grave que el que siguió a la crisis financiera mundial”, y pidió al FMI que “deje de tomar decisiones que afectan la vida de millones de personas sin la consulta adecuada”. En octubre de 2020 Oxfam demostró que el 84% de los préstamos del FMI durante la pandemia “alientan y, en algunos casos, exige a países pobres duramente afectados por las consecuencias económicas de la pandemia que adopten medidas de austeridad más duras después de la crisis sanitaria”. Estas evaluaciones llevaron a más de 500 OSC y académicos a publicar una carta pidiendo al FMI que deje de promover la austeridad. Tales advertencias parecen haber caído en oídos sordos. En su Informe Perspectivas Económicas Regionales de África subsahariana en octubre, el FMI argumentó que “a pesar de las necesidades de gasto asociadas con la pandemia, la mayoría de los países tendrán que emprender una consolidación fiscal para contener las crecientes vulnerabilidades de la deuda”. En noviembre el FMI declaró su apoyo a las ambiciones del gobierno de Jamaica de reducir la deuda del 109% al 60% del PIB para 2027-2028, para mejorar “la confianza de los inversores y la preservación de la estabilidad macroeconómica”. bit.ly/IEOReport2021 ===================================================================== RENDICIÓN DE CUENTAS/análisis Alto Maipo: Los daños perduran debido a la falta de una diligencia adecuada de los BMD Comentario externo de Juan Pablo Orrega, Ecosistemas Resumen - El proyecto Alto Maipo continúa causando daño a comunidades y medio ambiente - El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo fracasaron en su cumplimiento de la diligencia debida - Los mecanismos de rendición de cuentas independientes no pueden proporcionar reparación a los daños causados ni sustituir la diligencia debida adecuada En 2008, la autoridad ambiental chilena aceptó en su cartera de evaluación un descabellado proyecto hidroeléctrico de 531 MW, Alto Maipo (AM), propuesto por subsidiarias de la empresa estadounidense AES Corp. La evaluación de impacto ambiental (EIA) fue una de las más deficientes e incompletas que hemos visto en décadas de trabajo de defensa ambiental. El proyecto de ‘hilo de agua’ despliega instalaciones en las cabeceras de las tres subcuencas principales -Colorado, Yeso y Volcán- de la cuenca del río Maipo, para capturar las aguas de estos afluentes, conduciéndolas a través de una red de túneles de 75 km hasta dos centrales eléctricas subterráneas. Se ignoraron el principio de precaución internacional y el principio preventivo de la legislación ambiental de Chile. Nos resulta imposible entender cómo el gobierno autorizó un proyecto que degrada las cabeceras del río Maipo, poniendo en riesgo el ciclo hidrológico en toda la cuenca, considerando que abastece de agua potable a 8 millones de personas y riego a 136.000 hectáreas y que la región está desertificada. Tan pronto como AM fue anunciado, comenzó una campaña de oposición (véase el Observador de Otoño de 2013). Los impulsores de AM afirman que los opositores no pueden demostrar que el proyecto ponga en riesgo el suministro de agua a la Región Metropolitana de Chile. Tampoco AES puede probar lo contrario. De ahí la necesidad de aplicar los principios de precaución y prevención. Las instituciones financieras internacionales (IFI) son responsables de financiar proyectos defectuosos Curiosamente, y a pesar de las llamadas en contra de su participación, en octubre de 2013 el brazo del sector privado del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (CFI), aprobó un préstamo de USD 150 millones para el proyecto. La CFI se unió al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y a la State Overseas Private Investment Corporation (OPIC, ahora International Development Corporation) de Estados Unidos, que otorgaron préstamos por USD 200 millones y USD 250 millones, respectivamente. En última instancia, la CFI y el banco alemán KfW retiraron sus inversiones en el proyecto, transfiriendo sus participaciones a los bancos comerciales. En 2017 Ecosistemas, la Coordinadora No Alto Maipo y otros habitantes de la cuenca, con el apoyo del Center for International Environmental Law de Estados Unidos, presentaron quejas ante los mecanismos de reclamaciones del BID y la CFI, el Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación (MICI) y el Defensor del Pueblo (CAO, por sus siglas en inglés), respectivamente. Sus respuestas tardías fueron inútiles desde el punto de vista de los afectados por la AM. Además de estar dominados por el sesgo de la administración hacia los proyectos ya aprobados por ellos, los mecanismos de reclamaciones de los BMD son “reactivos”: Aceptan quejas una vez que los daños o impactos han comenzado a ocurrir (véase el Observador de Verano de 2017). Tanto el CAO como el MICI tardaron 4 años y medio en completar sus informes, mientras que la AM se estaba construyendo a un ritmo febril. Esto es inaceptable. Las comunidades afectadas y el medio ambiente necesitan urgentemente instituciones proactivas que puedan prevenir daños y garantizar que los proyectos considerados para su financiación sean sólidos. Deben tratar de ‘prevenir en lugar de curar’. El desastroso impacto de Alto Maipo evidencia la falta de diligencia debida En este sentido, la respuesta de la gerencia de la CFI al informe del CAO es sintomática. Un gran error, desde nuestro punto de vista, ya que afirman que su ‘diligencia debida’ previa a la aprobación del crédito fue impecable y mencionan reiteradamente a “expertos” que fueron contratados (a altos costos, sin duda), para este fin. Si este fuera el caso, ¿cómo se explica la letanía de problemas graves e imprevistos que enfrenta el proyecto desde el primer día? AM ha tenido huelgas de trabajadores, conflictos agudos con contratistas (incluida la renuncia de un contratista europeo principal que demandó a AM en tribunales internacionales) y un período crítico de incumplimiento técnico. Ha sido objeto de constantes reestructuraciones financieras y numerosas exigencias legales y administrativas. AM proyectó un precio de venta de la electricidad de USD 120 por MW/h; hoy el precio está en menos de USD 50 por MW/h. El costo estimado declarado del proyecto se ha más que triplicado de USD 700 millones a USD 2.500 millones y el tiempo de construcción se ha más que duplicado, pasando de 5 a 12 años. AM ya está costando el equivalente a cinco centrales térmicas de ciclo combinado de gas natural, con menos capacidad que una de ellas. La afluencia de trabajadores a la región también ha tenido graves consecuencias. AM declaró que emplearía a 2.050 trabajadores, pero el número ha llegado a 5.500. El MICI reconoció que no hubo una evaluación con perspectiva de género del impacto de esta fuerza laboral mayoritariamente masculina que invadía el campo. Según la autorización de AM, se suponía que los trabajadores debían permanecer confinados en campamentos, pero en su lugar se dispersaron por las ciudades y pueblos locales. El agua de los acuíferos fracturados, mezclada con sedimentos, salieron de los túneles en construcción y contaminaron los cursos de agua. Esto ocurrió a pesar de los argumentos técnicos del EIA de que esto no iba a suceder. La diligencia debida del EIA y las IFI tampoco tuvo en cuenta los impactos de la AM en los “usos recreativos, turísticos y paisajísticos”, el principal activo económico de la zona en la actualidad. Esto también fue reconocido por el MICI en su informe. A pesar de las preocupaciones expresadas por los opositores desde el principio, no se consideraron los impactos del cambio climático en la viabilidad del proyecto. El cambio climático está afectando gravemente a Chile. Los glaciares están desapareciendo y los flujos de los ríos han estado disminuyendo desde hace décadas. Ahora AM está buscando la protección del Procedimiento de Bancarrota del Capítulo 11 en Estados Unidos, declarando una deuda de USD 2 mil millones, mientras culpa a los cambios en el mercado eléctrico de Chile y al impacto del cambio climático en los glaciares y los flujos de los ríos que disminuirán la capacidad de generación de AM. Se requiere un cambio radical para que el Banco Mundial y otras IFI cumplan con sus mandatos de desarrollo. En lugar de depender de mecanismos de rendición de cuentas débiles, deben desarrollar procesos sólidos de diligencia debida que garanticen que los daños, como los que actualmente sufren las comunidades y los ecosistemas en la cuenca del río Maipo, no ocurran nunca. bit.ly/AltoMaipoMDBs ===================================================================== FINANZAS/noticias La sociedad civil frustrada por la falta de participación sustantiva en el proceso de reposición de la AIF-20 La actual reposición de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el brazo de préstamos de bajos ingresos del Banco Mundial, será esencial para el apoyo del Banco a la respuesta a la pandemia en los países de ingreso bajo. La sociedad civil ha formulado importantes recomendaciones para la reposición, incluso mediante una declaración conjunta del 6 de octubre de Eurodad, con sede en Bélgica, Afrodad, con sede en Zimbabwe, y el Bretton Woods Project. Los sindicatos, Oxfam y otros también han hecho recomendaciones, incluida la participación de la sociedad civil (véase el Observador de Verano de 2021). El 13 de noviembre el Banco Mundial publicó el proyecto de Informe de los Diputados para el 20º proceso de reposición de la AIF (IDA20) e invitó a la opinión pública a formular observaciones antes del 26 de noviembre. El informe final se presentará para su aprobación en la última reunión de la AIF-20, programada para los días 14 y 15 de diciembre. La sociedad civil expresó su frustración por el hecho de que, a pesar de las importantes sugerencias, pocas de sus propuestas se integraran en el Informe de los Diputados de la AIF-20. Los ejemplos abundan: ningún compromiso de la AIF-20 con la atención social universal, un pequeño enfoque en la desigualdad, la falta de voluntad para garantizar que el Banco no apoye la privatización de los servicios esenciales de salud y educación y el posible aumento en el tamaño de la controvertida Ventana del Sector Privado (véase el Observador de Otoño de 2021). La frustración se ha hecho explícita en una próxima declaración de las OSC que subraya que la adopción de algún lenguaje de la sociedad civil en ausencia de políticas transformadoras de apoyo es insuficiente para legitimar el proceso de consulta. Nadia Daar, de Oxfam International, subrayó: “Abrir el período formal de comentarios cuando la mayoría de las cosas ya están horneadas no tiene sentido. Es esencial que la sociedad civil, tanto en los países donantes como en los países receptores de la AIF, pueda contribuir de manera significativa al proceso” (véase el Observador de Otoño de 2019). bit.ly/IDA20PSW ===================================================================== FINANZAS/noticias Las tensiones entre Argentina y el FMI aumentan antes de la fecha límite crucial para el reembolso del préstamo Las negociaciones entre el FMI y Argentina han entrado en una fase crucial, ya que el gobierno argentino pidió flexibilidad antes de un reembolso de USD 2.800 millones en marzo de 2022, parte de un total de USD 19.000 millones que debe al Fondo el próximo año. El expresidente Mauricio Macri firmó un acuerdo de USD 57.000 millones con el FMI en 2018, el más grande en la historia del Fondo (véase el Observador de Otoño de 2019). Los obstáculos de la negociación son los recargos (véase el Observador de Invierno de 2021), la duración del período de reembolso y el ritmo de los recortes de gastos propuestos. Para aplacar las tensiones, Argentina está buscando la bendición del FMI para una nueva estrategia económica nacional antes de llevar el plan al Senado, controlado por la oposición, en diciembre. Según fuentes gubernamentales, Argentina tiene esperanzas sobre la aprobación del FMI si presenta estrategias para mejorar la administración tributaria y buscar financiamiento de otros prestamistas, como el Banco Mundial. Sin embargo, el Fondo probablemente esperará recortes sustanciales en el gasto público, a lo que el gobierno se opone. Adrian Falco y Lionel Stiglitz, de la organización argentina Fundación SES, afirman que “Argentina no puede pagar su deuda con el FMI en 2022. De hecho, el presupuesto enviado al Senado [en septiembre de 2021] establece que no será posible desarrollar políticas públicas esenciales si Argentina debe gastar el 4% del PIB en pagos al FMI”. Agregaron que el FMI “debe pensar en las necesidades de un país de cuya crisis macroeconómica son parcialmente responsables”. Voces como la del Financial Times se han hecho eco de las críticas sobre el “controvertido” préstamo del FMI, señalando que “se dejaron de lado las preocupaciones sobre hacer un préstamo tan grande a un país que ya había sido rescatado por el Fondo 21 veces en seis décadas”. bit.ly/ArgentinaLoanRepay ===================================================================== FINANZAS/noticias Crisis de la deuda: ¿Qué pasará cuando expiren las iniciativas del FMI y el G20? Resumen - El Marco Común para los Tratamientos de la Deuda del G20 será el único mecanismo multilateral para el alivio de la deuda que quede en 2022 - La participación de los acreedores privados en el alivio de la deuda ha sido hasta ahora insignificante En los próximos meses se pondrá fin a dos de los principales mecanismos multilaterales de alivio de la deuda: La Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (ISSD) del G20, que expira en diciembre de 2021, y el Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC) del FMI, que expirará el 10 de enero de 2022, aunque el FMI considerará su posible extensión para “un tramo final del alivio de la deuda” hasta el 13 de abril de 2022, “sujeto a la disponibilidad de recursos suficientes en el FFACC”. El ISSD y el FFACC sirven para apoyar a los países con problemas de pago de la deuda de diferentes maneras. El ISSD suspende el pago de la deuda pública bilateral con los países del G20. Los países tienen una pausa en sus pagos de deuda, pero aún deben la misma cantidad que tendrán que pagar más adelante. El FFACC proporciona a los países donaciones para ayudarlos a realizar pagos de deuda al FMI específicamente. El ISSD, establecido en abril de 2020, ha sido criticado por no cumplir con las expectativas. Un estudio realizado en octubre por la organización de la sociedad civil (OSC) británica Jubilee Debt Campaign (JDC) constató que solo se entregó una cuarta parte de los USD 35 mil millones de suspensión de deuda anunciada por el G20. Mientras tanto, se pagaron USD 14.900 millones a los prestamistas privados, mientras que éstos suspendieron solo el 0,2% de los pagos. El FFACC proporcionó USD 850,7 millones en alivio del servicio de la deuda a 29 países elegibles en cuatro tramos, según la última actualización del FMI, dejando fuera a la mayor parte de América Latina, donde solo Haití recibió dicho alivio. Nadia Daar, de Oxfam International, dijo que el FFACC “fue prácticamente el único mecanismo que efectivamente ‘canceló’ algunos pagos de la deuda de algunos países. Sin embargo, era muy limitado en tamaño y alcance ... y, en última instancia, el FMI también se benefició de este esquema, ya que las donaciones del FFACC solo pueden utilizarse para pagar al FMI”. El G20 recurre a un Marco Común profundamente defectuoso La próxima eliminación del ISSD y el FFACC significa que solo habrá un mecanismo multilateral activo para el apoyo a la deuda, el Marco Común para los Tratamientos de la Deuda del G20 (véase el Dispatch Annuals 2020). Sobre el papel, este marco se creó para abordar la cuestión más compleja de la reestructuración y la reducción de la carga de la deuda. Sin embargo, un artículo del Atlantic Council, un grupo estadounidense de expertos, lo ha calificado de “fracaso abyecto”, destacando que “tres países, Chad, Etiopía y Zambia, han buscado alivio de la deuda a través del programa, pero se ha avanzado poco”. En la mayoría de los casos, simplemente se alentó a los acreedores a cambiar los términos de pago, lo que la JDC destacó como “similar al esquema de suspensión actual” y agregó: “Principalmente patea la pelota hacia adelante, lo que crea un problema de deuda futuro” (véase el Observador de Invierno de 2020). Un estudio reciente del PNUD identificó que 72 países con un alto grado de vulnerabilidad de la deuda, de los cuales 23 tienen alrededor del 65% del servicio total de la deuda en riesgo, no reúnen las condiciones para acogerse al Marco Común ni a la ISSD. Reconociendo algunas de estas preocupaciones en un blog reciente, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y la directora del Departamento de Estrategia, Políticas y Revisión, Ceyla Pazarbasioglu, declararon: “Con el endurecimiento del espacio de políticas para los países altamente endeudados, el [Marco Común] puede y debe funcionar más rápidamente”, y agregaron que “también es fundamental que los acreedores del sector privado implementen el alivio de la deuda en términos comparables”. El papel de los acreedores privados será sumamente importante para resolver las crisis. Las OSC exigen que “cancelen la deuda de los países de ingreso bajo y medio que lo soliciten, para ayudarlos a responder y recuperarse de la pandemia, y para que participen plenamente en los procesos internacionales, incluido el Marco Común del G20, otorgando solicitudes de alivio de la deuda a través de este proceso” (véase el Dispatch Annuals 2021). Daar destacó: “La situación es extremadamente grave con la pandemia que continúa haciendo estragos y la persistente inequidad de las vacunas. Los países que enfrentan dificultades económicas reanudarán los pagos de la deuda a los acreedores bilaterales en 2022 y continuarán pagando a los acreedores privados, que han rehuido cualquier responsabilidad, y probablemente se verán obligados a una austeridad severa en los próximos años”. bit.ly/DebtCrisis2022 ===================================================================== FINANZAS/noticias Los recargos punitivos del FMI tensan los esfuerzos de respuesta y recuperación de la Covid-19 Resumen - La sociedad civil y los economistas piden al FMI que elimine los recargos poco éticos y perjudiciales para los países en dificultades de endeudamiento - Los recargos agotan los fondos que se necesitan con urgencia para la recuperación de la Covid-19 en 16 países Con una fecha límite para el pago de USD 2.800 millones que se avecina en marzo de 2022, la tensa relación entre el FMI y Argentina ha vuelto a ser el centro de atención, según lo informado por el Financial Times (véase el Observador de Invierno de 2021). Una de las cuestiones centrales de desacuerdo son los recargos: tasas de interés adicionales que el FMI ha estado cobrando desde 1997 por programas de préstamos que exceden un cierto tamaño o duración del plazo de reembolso. Un documento reciente del Center for Economic and Policy Research (CEPR) los calificó de “poco éticos” y “opacos”, estimando que los pagos de excedentes de Argentina por sí solos suman USD 3.300 millones en el periodo 2018-2023. Una nueva herramienta de datos y guía de la organización de la sociedad civil (OSC) Eurodad, con sede en Bélgica, estima que los recargos aumentan los costos de endeudamiento en un 64% en los países afectados, a los que califica como “desmesurados”. Desde 2016 los recargos basados en tamaño de la deuda agregan un 2% a las tasas de interés sobre el crédito pendiente por encima del 187,5% de la cuota asignada al FMI de cada país, mientras que los recargos basados en el tiempo de reembolso agregan un 1% sobre el crédito pendiente durante 51 meses. Esto significa que se aplican recargos a los países que están más y más endeudados y durante más tiempo. En teoría, están destinados a desincentivar a los países a endeudarse más allá de sus cuotas asignadas al FMI y alentarlos a pagar los préstamos antes de tiempo, al tiempo que ayudan al FMI a construir “saldos preventivos”. Sin embargo, el documento del CEPR destaca que los gobiernos ya tienen muchos otros incentivos para evitar recurrir al FMI: el estigma asociado y la señalización negativa para los mercados financieros, la pérdida de soberanía y los posibles impactos en el bienestar a través de condicionalidades, así como las protestas de la sociedad civil y sus electorados. Según un informe de octubre del Global Development Policy Center (GDP Center) de la Universidad de Boston, los recargos representan principalmente tarifas de penalización para reforzar los flujos de efectivo del FMI, mientras los países de ingreso medio (MIC, por su sigla en inglés) –que carecen de una representación adecuada en la estructura de gobernanza antidemocrática del FMI– subsidian los costos operativos del FMI. Los recargos funcionan de manera procíclica y erosionan la sostenibilidad de la deuda al drenar los fondos públicos cuando más se necesitan, aumentando la probabilidad de incumplimiento y socavando el propio mandato del Fondo de garantizar la estabilidad financiera (véase el Dispatch Annuals 2021). Esto parece particularmente inapropiado dado el colapso económico sin precedentes provocado por la pandemia de Covid-19, que el propio FMI ha llamado “una crisis como ninguna otra”, cuando muchos MIC se encuentran en dificultades imprevistas de deuda y necesitan urgentemente espacio fiscal para sus respuestas a la pandemia. El CEPR calculó que Argentina podría vacunar a toda su población nueve veces con el pago de los recargos, Egipto dos veces y Ecuador siete veces. Economistas, la sociedad civil y expertos de la ONU se unen en llamadas a abolir los recargos Si bien la difícil situación actual de Argentina está recibiendo la mayor atención de la prensa, los recargos afectan a unos 16 países y representan un tercio de los ingresos operativos del Fondo. Se espera que Egipto pague USD 1.800 millones para 2026 y Ecuador alrededor de USD 1.000 millones para 2029. Muchos países no son conscientes de que están pagando estas tarifas, ya que los datos no se publican de manera transparente. La guía de diciembre de Eurodad presenta por primera vez los datos sobre los recargos de 14 países. “Estas políticas son completamente contradictorias y socavan los propios esfuerzos del FMI en torno a la recuperación de la Covid-19”, subrayó Shereen Talaat, de la CSO Arab Watch Coalition, preocupada por las economías tensas de Oriente Medio. “Lo que esperamos en este momento de crisis mundial es un alivio de la deuda y una reforma para aliviar la carga sobre los países de ingreso medio, no cargos adicionales”. Los llamamientos de las OSC, los gobiernos y los expertos para abolir los recargos hasta ahora no han sido escuchados. En una carta abierta de mayo, los expertos independientes actuales y anteriores de la ONU, junto con las OSC, señalaron que los recargos violan los derechos humanos internacionales, ya que su “principal impacto es el castigo a los países pobres” (véase el Observador de Verano de 2021). El comunicado del G24 en las Reuniones Anuales de este año instó al Fondo a “corregir el carácter regresivo y procíclico de la Política de Recargos” (véase el Dispatch Annuals 2021). En el informe del GDP Center, Joseph Stiglitz y Kevin Gallagher enfatizaron que “el FMI no debería estar en el negocio de obtener ganancias de los países en una situación desesperada” y sugirieron que el Fondo debería conceptualizarse como una “cooperativa” donde los costos operativos son asumidos por los países que tienen un desempeño relativamente mejor. Daniel Munevar, de Eurodad, argumentó: “este sistema de tarifas punitivas debe suspenderse de inmediato y eventualmente eliminarse”. bit.ly/Surcharges2021 ===================================================================== FINANZAS/noticias El FMI toma medidas para controlar las políticas de criptomonedas El FMI, que no es ajeno a las críticas, se está encontrando con nuevos adversarios: los defensores de las criptomonedas. En su reciente Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR, por su sigla en inglés), publicado en octubre, el FMI citó las criptomonedas como uno de los tres principales desafíos para la estabilidad financiera mundial (junto con el Covid-19 y el cambio climático), proponiendo una serie de políticas para mitigar la amenaza. Los blogs del FMI en octubre y julio también enfatizaron las preocupaciones de la institución por las criptomonedas. El Salvador llegó a los titulares a principios de este año cuando se convirtió en el primer país en adoptar el Bitcoin como moneda nacional. En respuesta, el FMI advirtió que “dada la alta volatilidad de los precios del Bitcoin, su uso como moneda de curso legal implica un riesgo significativo para la protección del consumidor, la integridad y la estabilidad financiera”. Los defensores de las criptomonedas, incluida la Human Rights Foundation, ven la tecnología como una herramienta con el potencial de descentralizar el poder lejos de los centros financieros mundiales y los gobiernos corruptos y algunos se han opuesto a las llamadas del FMI al control. Un artículo publicado por Nasdaq en octubre argumentó que “el FMI odia al Bitcoin porque su protocolo descentralizado y su política monetaria programática desafían el control que el Fondo quiere implementar”. Ya sea que los críticos del Fondo tengan razón o no, las criptomonedas serán un espacio de creciente intervención del FMI en las economías nacionales en los próximos años. Los expertos han argumentado, por ejemplo, que el enfoque de El Salvador hacia las criptomonedas podría afectar sus posibilidades de obtener un préstamo del FMI. También existe la preocupación de que las intervenciones del FMI en criptomonedas se utilicen para promover sus políticas tradicionales. En el GFSR, por ejemplo, el FMI advirtió que para evitar la “criptoización” de las economías, los países deben “fortalecer la credibilidad de la política monetaria, salvaguardar la independencia de los bancos centrales y mantener una posición fiscal sólida”. bit.ly/CryptoSalvador ===================================================================== CONDICIONALIDAD/noticias ¿Se alineará el asesoramiento del FMI en materia de políticas con la nueva Declaración de la UNESCO sobre el financiamiento de la educación? Una nueva declaración de la UNESCO acordada en noviembre pidió a los países que “recauden más ingresos para aumentar los presupuestos de educación, en particular a través de medidas que fortalezcan el diseño y la equidad del sistema tributario”. También presionó a los gobiernos para que implementen compromisos previos para “asignar al menos el 4%-6% del PIB y/o al menos el 15%-20% del gasto público total a la educación”. Es probable que tales esfuerzos se vean frustrados por las condiciones del FMI que requerirían que los ministros de finanzas vuelvan a imponer la austeridad (véase el Dispatch Springs 2021). Tal como argumentaron Isabel Ortiz y Mathew Cummins en la Global Austerity Alert de abril, ahora se prevé un rápido retorno a la austeridad, incluidas las restricciones de la masa salarial del sector público, para el 85% por ciento de la población mundial, que afecta a 159 países (véase el Observador de Otoño de 2020). Al analizar los préstamos del FMI de los últimos cinco años en 15 países, el informe de octubre de ActionAid International demostró que el asesoramiento a medio plazo del FMI dio como resultado que estos países cayeran por debajo del promedio mundial del gasto en masa salarial del sector público (véase el Observador de Otoño de 2021). A pesar de las afirmaciones del FMI de que los recortes deberían ir acompañados de acciones para expandir los ingresos fiscales, incluso a los pocos países que lo hicieron se les aconsejó que redujeran el gasto en masa salarial del sector público. David Archer, de ActionAid International, dijo: “Para hacer una diferencia real, los activistas de la educación tendrán que llamar la atención sobre las graves contradicciones entre su aspiración de gastar más y las políticas de austeridad del FMI ... Necesitan entablar un diálogo sistemático con el FMI sobre cómo sus políticas generales tienen consecuencias no deseadas en el gasto en educación y ese diálogo debe replicarse con los ministerios de finanzas de todos los países”. bit.ly/EduFinance ==================================================================== El Observador está disponible en pdf, en la web y por correo electrónico. Observer www.brettonwoodsproject.org/observer/ Castellano www.brettonwoodsproject.org/es/observador Subscripciones www.brettonwoodsproject.org/subs El Bretton Woods Project es un proyecto organizado por ActionAid, Reino Unido registered charity no. 274467, England and Wales charity no. 274467, Scottish charity no. SC045476. Esta publicación está respaldada por una red de ONG del Reino Unido, la c.S. Mott Foundation, la William and Flora Hewlett Foundation y el The Rockefeller Brothers Fund. No se necesita permiso para su reproducción ISSN 2053-7522 Diseño: Base Eleven