+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ Observador de Invierno de 2023 de Bretton Woods Un examen cr’tico trimestral de la evoluci—n de la situaci—n en el Banco Mundial y el FMI Publicado por el BRETTON WOODS PROJECT trabajando con ONG e investigadores para monitorear el Banco Mundial y el FMI +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ 1. Una propuesta para Ajay: No hay evoluci—n sin reparaci—n, comentario externo de Margaux Day y David Pred 2. A medida que aumenta la necesidad de financiamiento en condiciones concesionarias, es necesaria una importante reposici—n de recursos de la AIF-21 3. ÀQuŽ es el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad del FMI? 4. Descolonizar la arquitectura econ—mica mundial: el requisito previo para una transici—n justa An‡lisis externo del Profesor Fadhel Kaboub 5. Nuevos datos muestran que el Sur Global se encuentra en la peor crisis de deuda de la historia, con otra dŽcada perdida que se avecina 6. El Banco Mundial y el FMI promueven el financiamiento privado y la consolidaci—n fiscal a pesar de la creciente evidencia de sus impactos nocivos 7. Marruecos y el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad del FMI: equilibrio entre deuda, privatizaci—n y din‡micas neocoloniales 8. La elecci—n del Banco Mundial para albergar un nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os provoca la ira de los pa’ses en desarrollo y de los activistas de la sociedad civil 9. Laure-AlizŽe Le Lannou se une al Proyecto Bretton Woods como nueva oficial del Proyecto de Medio Ambiente 10. La Nueva Agenda para la Paz del secretario general de las Naciones Unidas pide una reforma urgente de la arquitectura financiera y las pol’ticas 11. El auge de los canjes bilaterales de divisas: Àuna amenaza para el FMI? 12. La sociedad civil insta a los gobiernos a acordar un organismo tributario de la ONU como alta prioridad 13. El financiamiento comercial de la CFI continœa invirtiendo en combustibles f—siles, sin supervisi—n de la Junta Directiva 14. Pr—ximamente estar‡ disponible el blog IMFBoss ===================================================================== RENDICIîN DE CUENTAS/an‡lisis Una propuesta para Ajay: No hay evoluci—n sin reparaci—n, comentario externo de Margaux Day y David Pred RESUMEN La evoluci—n del Banco Mundial debe prever la inclusi—n de las reparaciones en su Manual de Estrategias Reciente esc‡ndalo sobre presunto abuso sexual infantil y encubrimiento relacionado con la inversi—n de la CFI en Bridge La sociedad civil pide a la CFI que contribuya a un fondo de reparaci—n para las v’ctimas de abuso sexual infantil de las Bridge Academies Durante las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI celebradas en octubre en Marrakech, escuchamos al presidente del Banco, Ajay Banga (quien prefiere que se dirijan a Žl por su nombre de pila), decir que el Banco Mundial necesita evolucionar hacia un Banco ÒmejorÓ y Òm‡s grandeÓ que opere a mayor velocidad y escala. Esto gener— preocupaci—n entre las organizaciones de la sociedad civil (OSC), como las dos que representamos, las cuales han sido testigos en repetidas ocasiones de los da–os ambientales y sociales causados por los proyectos del Banco Mundial y han experimentado lo dif’cil que es para las personas afectadas obtener reparaci—n por esos da–os. A pesar de nuestros bien fundados temores de que un banco m‡s grande que funcione a un ritmo m‡s r‡pido causar‡ m‡s da–o, estamos preparados para ofrecer a Ajay un trato. As’ que, Ajay, esta es la propuesta: podemos aceptar que el Banco debe evolucionar y que Òponer fin a la pobreza en un planeta habitableÓ exige acciones audaces. A cambio, pedimos que el Banco acepte y asuma los riesgos de esas acciones. En otras palabras, el Banco necesita agregar las reparaciones a su Manual de Evoluci—n. En pocas palabras, ÒrepararÓ significa tomar medidas para garantizar que se aborden y rectifiquen los efectos adversos sobre los derechos humanos que producen los proyectos de desarrollo. A falta de un compromiso de reparaci—n, incluso con la mejor de las intenciones, el Banco financiar‡ proyectos que externalicen los costes para las personas afectadas por el proyecto y el medio ambiente. Agregar reparaciones a su manual no tiene por quŽ ralentizar al Banco ni hacerlo m‡s reacio al riesgo. Por el contrario, adoptar medidas correctivas le permitir‡ avanzar m‡s r‡pidamente en iniciativas m‡s audaces, con la seguridad de saber que tiene las herramientas para corregir el rumbo si las cosas van mal (vŽase el Observador de Verano de 2022). Sin embargo, hemos observado una intensa resistencia por parte del Banco. A principios de este a–o, la Corporaci—n Financiera Internacional (CFI), el brazo del Banco para el sector privado, abri— una consulta pœblica sobre una propuesta de enfoque sobre las reparaciones. En 2020 un examen de expertos independientes, dirigida por el exdirector ejecutivo de la CFI, Peter Woicke, hizo recomendaciones puntuales sobre la necesidad de un marco de reparaci—n. Sin embargo, en lugar de abordar las recomendaciones de Woicke, la CFI lanz— una cortina de humo, proponiendo un piloto de medidas indefinidas aparentemente dise–adas para distraer la atenci—n de su falta de voluntad para reparar los da–os causados por sus proyectos. La sociedad civil mundial desaprob— el documento en su totalidad e inst— a la CFI a volver a la mesa de dise–o y a redactar un enfoque que concuerde con los est‡ndares internacionales. Segœn los Principios Rectores Sobre las Empresas y los Derechos Humanos (PRNU) de la ONU, si el financiador de un proyecto contribuye al da–o, tambiŽn debe contribuir a la reparaci—n. Un financiador contribuye al da–o si: (a) tiene conocimiento de, o deber’a haber conocido, los impactos adversos potenciales o reales sobre los derechos humanos causados por un cliente o inversor o (b) no toma medidas razonables para prevenir o mitigar dichos impactos a travŽs de sus procesos de diligencia debida y supervisi—n. El esc‡ndalo de Bridge Academies apunta a la urgente necesidad de un fondo de reparaci—n de la CFI La impactante noticia sobre el abuso sexual infantil por parte de maestros en escuelas administradas por un cliente de la CFI, Bridge International Academies, brinda una oportunidad para que el Grupo Banco Mundial demuestre que comprende su responsabilidad de contribuir a la reparaci—n cuando ha contribuido al da–o. En 2013 la CFI invirti— en Bridge para ayudarla a ampliar una cadena de escuelas privadas con fines de lucro en Kenia y otros lugares. Sin embargo, segœn una investigaci—n filtrada por el organismo de control interno de la CFI, el Defensor del Pueblo (CAO, por sus siglas en inglŽs), la CFI no identific— ni mitig— los riesgos obvios en materia de protecci—n infantil que surgieron del modelo de negocio de reducci—n de costos de su cliente. Peor aœn, se informa que cuando surgieron pruebas de abuso sexual en las escuelas Bridge, la CFI las ignor— y, en su lugar, tram— un plan para ÒneutralizarÓ al investigador principal del CAO y retrasar la revelaci—n del abuso, para que la noticia no Òasustara a los inversoresÓ. En marzo de 2022 la CFI se retir— de la inversi—n sin tomar ninguna medida para garantizar que las v’ctimas de abuso sexual infantil de Bridge recibieran reparaci—n (vŽase el Observador de Verano de 2022). Este es un claro ejemplo de la contribuci—n de la CFI a un da–o atroz. Es por esa raz—n que nos unimos a los senadores estadounidenses Elizabeth Warren y Peter Welch y a grupos de la sociedad civil de todo el mundo para pedir a la CFI que contribuya a un fondo de reparaci—n para las v’ctimas de abuso sexual infantil de Bridge. La CFI deber’a hacer esto junto con Bridge y sus otros inversionistas, que incluyen una variedad de otras instituciones financieras de desarrollo, desde la Corporaci—n para el Desarrollo de la Commonwealth del Reino Unido hasta la Corporaci—n de Financiamiento para el Desarrollo de Estados Unidos. En noviembre la CFI respondi— a nuestra carta diciendo que ya hab’a Òtrabajado con Bridge para abordar cuestiones de gŽnero y de seguridad infantilÓ y afirmando que su salida de Bridge era ÒresponsableÓ, pero no se comprometi— a reparar el da–o. Hemos escuchado a escŽpticos decir que contribuir a la reparaci—n crear’a un Òriesgo moralÓ para los financiadores. Esto es pensamiento retr—grado. El riesgo moral existe cuando una empresa asume un riesgo excesivo porque sabe que alguien m‡s pagar‡ el precio. Siguiendo esta definici—n, es la capacidad de externalizar los costos ambientales y sociales a las comunidades afectadas por el proyecto lo que crea un riesgo moral, ya que esto incentiva a los financiadores y a sus clientes a asumir proyectos sin rendir cuentas (y ser, de hecho, totalmente responsables) por sus impactos. Claro, hipotŽticamente, los financiadores podr’an crear un riesgo moral para sus clientes si aceptaran regularmente demasiada responsabilidad por las reparaciones. Pero pueden evitar esta exposici—n asegur‡ndose de que los acuerdos de inversi—n exijan a los clientes abordar los da–os ambientales y sociales e incorporen sanciones si no lo hacen. La adopci—n de un nuevo enfoque de reparaci—n en consonancia con los PRNU ayudar‡ al Banco a hacer frente a las crisis de nuestro tiempo sin externalizar el riesgo en las comunidades pobres a las que se ha comprometido a servir. La alternativa es sombr’a: un Banco m‡s grande, que externalice los costos del desarrollo sobre los pobres, con mayor velocidad y a mayor escala que nunca. Por eso decimos que no puede haber evoluci—n sin reparaci—n y le pedimos a Ajay que acepte nuestra propuesta. tinyurl.com/EvolutionRemedy ===================================================================== En este nœmero Descolonizar la arquitectura econ—mica mundial: el requisito previo para una transici—n justa, Prof. Fadhel Kaboub El Banco Mundial y el FMI promueven el financiamiento privado y la consolidaci—n fiscal a pesar de la creciente evidencia de sus impactos nocivos La elecci—n del Banco Mundial para albergar un nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os provoca la ira de los pa’ses en desarrollo y de los activistas de la sociedad civil La Nueva Agenda para la Paz del secretario general de las Naciones Unidas pide una reforma urgente de la arquitectura financiera y las pol’ticas ===================================================================== FINANZAS/noticias A medida que aumenta la necesidad de financiamiento en condiciones concesionarias, es necesaria una importante reposici—n de recursos de la AIF-21 Los donantes de los pa’ses ricos est‡n bajo presi—n para garantizar que la 21» reposici—n de la Asociaci—n Internacional de Fomento (AIF-21) del Banco Mundial, que comienza a principios del pr—ximo a–o y se extiende hasta diciembre, registre un aumento del financiamiento significativo. La AIF proporciona financiamiento en condiciones concesionarias y donaciones a los pa’ses de ingreso bajo, que lo necesitan desesperadamente para hacer frente a una serie de crisis que se agravan, adem‡s de sufrir una crisis de liquidez que ha empujado al menos a la mitad de los pa’ses miembros de la AIF a tener problemas de endeudamiento o a un alto riesgo de tenerlos. Dada la necesidad cr’tica, muchos han pedido un aumento importante del financiamiento de la AIF. En su comunicado de las Reuniones Anuales 2023 del Banco Mundial y el FMI, el V20, una agrupaci—n de pa’ses sistem‡ticamente vulnerables al cambio clim‡tico, declar— que espera Òuna reposici—n ambiciosa de la AIF-21Ó y respald— los llamamientos para que las contribuciones se tripliquen para 2030 (vŽase el Dispatch Annuals 2023). Si bien la sociedad civil reconoce la necesidad de donaciones adicionales y financiamiento concesionario, ha cuestionado el valor de la Ventana del Sector Privado de la AIF (vŽase el Observador de Verano de 2021), argumentando que los USD 2.500 millones asignados a la Ventana en el marco de la AIF-20 para subsidiar las inversiones del sector privado se gastar’an mejor en proyectos b‡sicos de la AIF. Mientras tanto, la AIF est‡ tratando de evitar un Òabismo fiscalÓ en los 18 meses restantes de la AIF-20, que se extiende hasta mediados de 2025, mediante una combinaci—n de cancelaci—n y reasignaci—n de fondos comprometidos no utilizados, nuevas contribuciones de donantes a dos ventanas de crisis y nuevas emisiones de bonos (vŽase el Dispatch Annuals 2023). Este dŽficit se debi— a que la reposici—n de USD 93.000 millones de la AIF-20 se consign— en la primera partida para ayudar a los pa’ses a hacer frente a las consecuencias econ—micas de la invasi—n rusa a Ucrania, lo que dej— a la AIF con un dŽficit de USD 78.000 millones para los dos œltimos a–os del actual ciclo de financiamiento de tres a–os de la AIF-20. tinyurl.com/IDAFiscalCliff ===================================================================== FINANZAS/an‡lisis Descolonizar la arquitectura econ—mica mundial: el requisito previo para una transici—n justa An‡lisis externo del Prof. Fadhel Kaboub RESUMEN El Sur Global se enfrenta a graves deficiencias estructurales que debilitan su soberan’a econ—mica, poniŽndolo a merced de la arquitectura financiera mundial neocolonial El Banco Mundial y el FMI no tienen una visi—n para descolonizar las econom’as africanas ni para abordar las ra’ces de los problemas de la deuda externa La respuesta del Sur Global a las crisis mœltiples del siglo XXI exige una transformaci—n estructural que garantice, entre otras cosas, la soberan’a alimentaria y energŽtica El Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (GBM y FMI) fueron creados en 1944, cuando la mayor parte de çfrica aœn estaba colonizada. Cuando celebraron por primera vez sus Reuniones Anuales en el continente africano, en Nairobi hace 50 a–os, no se introdujeron cambios fundamentales en estas instituciones, ni se anunciaron tales cambios en las segundas Reuniones Anuales con sede en çfrica, celebradas en Marrakech (Marruecos) en octubre de 2023, que condujeran a una arquitectura financiera mundial descolonizada en el corto plazo (vŽase el Dispatch Annuals 2023). El Sur Global enfrenta graves deficiencias econ—micas estructurales que debilitan su soberan’a econ—mica y lo ponen a merced de una arquitectura neocolonial de comercio, finanzas e inversi—n internacional, tal como se analiza en el informe de mayo titulado Just Transition: A Climate, Energy and Development Vision for Africa, del que soy coautor como parte del Independent Expert Group on Just Transition and Development. Esto se ilustra con una simple estad’stica: la arquitectura econ—mica mundial genera anualmente USD 2 billones en flujos financieros netos del Sur Global al Norte Global. Estos flujos financieros netos negativos son el resultado directo del papel que hist—ricamente se le impuso al Sur Global como el lugar: 1) donde el mundo industrializado puede adquirir materias primas baratas; 2) donde la producci—n industrial del Norte Global puede ser objeto de dumping en un gran mercado de consumo; 3) para destinos tur’sticos de bajo costo; 4) para la externalizaci—n de tecnolog’as obsoletas y la fabricaci—n en cadena de montaje de baja tecnolog’a y bajo costo de mano de obra en nombre del ÒdesarrolloÓ y la Òcooperaci—nÓ, lo que garantiza que el Sur Global permanezca encerrado en la parte inferior de la cadena de valor mundial. La necesidad de un nuevo paradigma de desarrollo liderado por el Sur Global es urgente Si el Sur Global no articula una visi—n de futuro para un siglo XXI justo, equitativo y sostenible, es seguro que seremos presa de la visi—n estratŽgica de otras grandes potencias econ—micas que se sienten c—modas viŽndonos desempe–ar el mismo papel que desempe–amos en el pasado (vŽase el Observador de Primavera de 2023). La buena noticia es que estas mœltiples crisis son un recordatorio de que ni el Sur Global ni el Norte Global pueden permitirse ignorar estos importantes desequilibrios en tŽrminos de estabilidad financiera, social y ecol—gica. La respuesta del Sur Global a las crisis mœltiples del siglo XXI requiere una transformaci—n estructural para reparar tres grandes deficiencias econ—micas: 1) la soberan’a alimentaria; 2) la soberan’a energŽtica; 3) la excesiva dependencia de las manufacturas de bajo valor a–adido y de las industrias puramente extractivas. Estas deficiencias equivalen a dŽficits comerciales estructurales, depreciaci—n de las monedas del Sur Global y aumento de los costos de importaciones cr’ticas como alimentos, combustible y medicinas. Esto obliga a los gobiernos del Sur Global a aumentar los subsidios a los alimentos y los combustibles para proteger a los m‡s vulnerables y a pedir prestados d—lares en un intento desesperado por estabilizar artificialmente su tipo de cambio. Esta din‡mica lleva al Sur Global al c’rculo vicioso de la creciente deuda externa que culmina en crisis de deuda soberana, lo que reduce la capacidad fiscal para invertir en prioridades nacionales, fortalece el control de las instituciones financieras mundiales y debilita aœn m‡s la soberan’a econ—mica (vŽase el Observador de Invierno de 2023). Si bien es importante centrarse en la crisis de la deuda externa, es crucial que la reconozcamos como un s’ntoma de las tres deficiencias econ—micas se–aladas. Por lo tanto, cuando hablamos de reestructuraci—n de la deuda, financiamiento en condiciones favorables e incluso de cancelaci—n de la deuda, debemos reconocer que, si no abordamos las causas profundas de la deuda externa, garantizamos que seguir‡n surgiendo nuevas crisis de deuda soberana y que persistir‡n los desequilibrios mundiales. El Sur Global debe seguir exigiendo una arquitectura financiera mundial justa, para que las nuevas asignaciones de Derechos Especiales de Giro (DEG) vayan a los pa’ses en desarrollo (vŽase el Informe, Reconceptualising Special Drawing Rights as a tool for development finance), para que se cumpla con los USD 100 mil millones en financiamiento clim‡tico prometidos a los pa’ses en desarrollo, para obtener condiciones de financiamiento m‡s favorables, para aumentar el financiamiento del Fondo Verde del Clima y para obtener financiamiento inmediato a gran escala del Fondo de PŽrdidas y Da–os. Sin embargo, nada de esto puede reemplazar la necesidad de una transformaci—n estructural estratŽgica del Sur Global. El Sur Global tiene la oportunidad de presentar un frente unido con un compromiso inquebrantable con la acci—n colectiva sobre la deuda, el financiamiento clim‡tico, las negociaciones sobre la arquitectura financiera y, lo que es m‡s importante, sobre el acceso y el uso de minerales estratŽgicos que est‡n bajo el control soberano de los pa’ses del Sur. Estos deben aprovecharse para las pol’ticas industriales Sur-Sur en lugar de exportarse como materias primas para asegurar la hegemon’a econ—mica del Norte Global. Por œltimo, es vital que el Sur Global rechace las falsas soluciones que se nos han impuesto. Las pol’ticas que fomentan las exportaciones terminan dando lugar a m‡s importaciones de combustible, bienes de capital e insumos intermedios. Las pol’ticas que promueven la inversi—n extranjera directa terminan aumentando las importaciones de combustible para la producci—n de energ’a y el transporte. Las pol’ticas que promueven la liberalizaci—n de los servicios financieros terminan perjudicando a los inversores nacionales e invitando a ataques especulativos desde el exterior. Todas estas pol’ticas se disfrazan de soluciones pero son, en realidad, trampas estructurales. DespuŽs de dŽcadas de ÒliderazgoÓ por parte de las instituciones financieras internacionales a travŽs del financiamiento para el desarrollo, los prŽstamos y la ÒasistenciaÓ y la Òcooperaci—nÓ tŽcnicas, el hecho de que el Sur Global estŽ atrapado en un c’rculo vicioso de la deuda significa una de dos cosas: a) incompetencia o b) trampa intencionada. El GBM y el FMI no tienen una visi—n para descolonizar las econom’as africanas ni para abordar las ra’ces de nuestros problemas de deuda externa. Esto deber’a impulsar los esfuerzos en todo el Sur Global para construir instituciones financieras alternativas que desafiar’an la hegemon’a de las arquitecturas mundiales de comercio, inversi—n, finanzas e impuestos, y convertir’a al Banco Mundial y al FMI en instituciones redundantes que deben transformarse radicalmente o desmantelarse. tinyurl.com/AfricanGreenTransition ===================================================================== FINANZAS/noticias Nuevos datos muestran que el Sur Global se encuentra en la peor crisis de deuda de la historia, con otra dŽcada perdida que se avecina RESUMEN - A medida que se desmorona el acuerdo con Zambia, el FMI sigue insistiendo en que la situaci—n no es ÒsistŽmicaÓ - Las alianzas de la sociedad civil piden priorizar la sostenibilidad de la vida y la acci—n clim‡tica sobre la deuda, mientras que la ONU califica la crisis de la deuda como un Òfallo sistŽmicoÓ Un mes despuŽs de que se anunciara el Òhist—ricoÓ acuerdo de reestructuraci—n de la deuda de Zambia con los poseedores? de bonos, y tres insoportables a–os despuŽs de la declaraci—n de insolvencia, el acuerdo se enfrenta ahora al descarrilamiento por desacuerdos sobre la Òcomparabilidad del tratoÓ entre los acreedores comerciales y oficiales, quienes cuestionan la equidad de los tŽrminos de los recortes para cada uno. Si bien la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana Ðun foro destinado a encontrar un terreno comœn entre los acreedores bilaterales pertenecientes y no pertenecientes al Club de Par’s, los prestamistas del sector privado y los pa’ses prestatarios, presidido por el FMI, el Banco Mundial y la ex presidencia del G20, IndiaÐ acababa de elogiar el Òimpulso positivoÓ del acuerdo de Zambia, el rechazo del acuerdo est‡ ahora generando un efecto domin— en otros pa’ses con problemas de endeudamiento, lo que desaf’a una vez m‡s el ya casi inactivo Marco Comœn (vŽase el Observador de Primavera de 2023 y el de Invierno de 2020). Mientras tanto, a pesar de que el FMI reconoci— que los pa’ses pobres necesitan un alivio urgente de la deuda para hacer frente a la crisis clim‡tica y alent— la Òreestructuraci—n preventivaÓ en el œltimo Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial, en las Reuniones Anuales de octubre, el personal tŽcnico superior del FMI sigui— haciendo hincapiŽ en que Òtodav’a estamos lejos de donde est‡bamos antes de la iniciativa de los pa’ses pobres muy endeudados [PPME] en la dŽcada de 1990Ó y se han negado a calificar la situaci—n actual de crisis de la deuda. A ra’z de los informes del PNUD, la UNCTAD, el Experto Independiente de las Naciones Unidas sobre la Deuda y los Derechos Humanos y varias organizaciones de la sociedad civil (OSC) que demuestran los asombrosos impactos de la austeridad inducida por la deuda en los derechos humanos, la pobreza y la desigualdad (vŽase el Observador de Oto–o de 2023), la negativa a llamar a las cosas por su nombre porque no es ÒsistŽmicaÓ parece una sem‡ntica inapropiada para las personas del Sur Global. Las observaciones del secretario general de las Naciones Unidas del 12 de julio dejaron claro que Òdebido a que la mayor’a de estas deudas insostenibles se concentran en los pa’ses pobres, no se considera que representen un riesgo sistŽmico para el sistema financiero mundial. Esto es un espejismo. Tres mil trecientos millones de personas es m‡s que un riesgo sistŽmico. Es una falla sistŽmicaÓ. De hecho, una nueva base de datos de Development Finance International muestra que Òlos ciudadanos del Sur Global se enfrentan ahora a la peor crisis de deuda desde que comenzaron los registros mundialesÓ, con un promedio del 38% de los ingresos estatales absorbidos por el servicio de la deuda, que se eleva al 54% en çfrica. Segœn el autor, Matthew Martin, ÒEstas cifras son m‡s del doble de los niveles a los que se enfrentaban los pa’ses de ingreso bajo antes de la Iniciativa para los PPMEÓ, donde Òel servicio de la deuda equivale al gasto total combinado en educaci—n, salud, protecci—n social y clima, y lo supera en un 50% en çfricaÓ. Hace ya dos a–os, los pa’ses de ingreso bajo gastaban cinco veces m‡s en el pago de la deuda externa que en la lucha contra el cambio clim‡tico (vŽase el Observador de Invierno de 2021). Esta proporci—n se ha multiplicado por 12. La sociedad civil insta a los responsables de la toma de decisiones a cancelar la deuda y priorizar la sostenibilidad de la vida Los llamamientos de la sociedad civil a la adopci—n de un nuevo enfoque sobre la sostenibilidad de la deuda est‡n creciendo de nuevo, impulsados por la creciente cat‡strofe clim‡tica que atrapa a muchos pa’ses vulnerables en un c’rculo vicioso de crisis clim‡ticas, deuda y extracci—n de combustibles f—siles. Chad, otro solicitante del Marco Comœn, lo ejemplific—: su acuerdo de reestructuraci—n de 2022 no otorg— ningœn alivio de la deuda, ya que los precios del petr—leo temporalmente m‡s altos volvieron los prŽstamos respaldados por petr—leo del acreedor Glencore repentinamente reembolsables, lo que oblig— a Chad a seguir maximizando la extracci—n de petr—leo (vŽase el Observador de Invierno de 2022). Y si bien el FMI sigue basando los supuestos de sostenibilidad de la deuda en predicciones de ingresos f—siles demasiado optimistas, como en el caso de Mozambique (vŽase el Observador de Verano de 2022), siguen sin ser tenidas en cuenta las necesidades fiscales de gasto en clima y desarrollo en estos an‡lisis (vŽase el Observador de Oto–o de 2023 y el de Oto–o de 2022). En septiembre la Declaraci—n de Bogot‡ reuni— a expertos de todo el Sur Global, quienes exigieron Òla cancelaci—n incondicional de todas las deudas insostenibles e ileg’timas de todos los acreedores, para todos los pa’ses del SurÓ y subrayaron que Òlos impactos m‡s graves los soportan millones de trabajadores, en particular las mujeresÓ. Una carta abierta de la Semana Mundial de Acci—n por la Deuda, el Clima y la Justicia Econ—mica[GA1], en la que participaron 600 signatarios, entre ellos los renombrados economistas Thomas Picketty, Jayati Ghosh y Jason Hickel, destac— en noviembre que las econom’as avanzadas siguen eludiendo sus obligaciones de financiamiento para el clima. ÒNos deben reparaciones por la enorme deuda ecol—gica y clim‡tica contra’da por la explotaci—n y el despojo hist—ricos de los recursos humanos y ambientales del SurÓ, subray— la co-coordinadora de la carta, Lidy Nacpil, del Asian PeopleÕs Movement on Debt and Development. tinyurl.com/GSDebtCrisis ===================================================================== CONDICIONALIDAD/an‡lisis El Banco Mundial y el FMI promueven el financiamiento privado y la consolidaci—n fiscal a pesar de la creciente evidencia de sus impactos nocivos RESUMEN El Banco Mundial est‡ decidido a capitalizar el impulso de austeridad mundial mediante un empuje de las finanzas privadas, a pesar de la evidencia de da–os El FMI sigue imponiendo medidas de austeridad a travŽs de prŽstamos El informe Sick Development, de Oxfam Internacional, y el an‡lisis de Social Justice in Global Development a–aden m‡s pruebas condenatorias del da–o A medida que el coste de la vida, la inflaci—n y la desigualdad se disparan en el mundo, las medidas de austeridad se extienden a niveles rŽcord y los servicios pœblicos se enfrentan a recortes, con consecuencias nefastas. En este contexto, est‡n aumentando las preocupaciones preexistentes sobre el enfoque del Banco Mundial y el FMI en las soluciones basadas en el mercado, incluido su impacto en la rendici—n de cuentas del Banco Mundial. Las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI celebradas en octubre en Marruecos fueron una oportunidad para que las Instituciones de Bretton Woods (IBW), el Banco Mundial y el FMI, respondieran a las advertencias de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y otros cr’ticos sobre el impacto de las medidas de austeridad en la prestaci—n de servicios pœblicos b‡sicos esenciales para miles de millones de personas. A pesar de las pruebas, los testimonios y las alternativas viables que se ofrecieron, el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se mantuvieron firmes durante las reuniones en la idea de que el financiamiento privado es esencial para cerrar lo que consideran una brecha de financiamiento importante (vŽase el Dispatch Annuals 2023). Se pasaron por alto soluciones como el aumento de las finanzas pœblicas, la reforma tributaria y la lucha contra los flujos financieros il’citos, el cumplimiento de los objetivos de la Ayuda Oficial al Desarrollo por parte de los donantes, el financiamiento para el clima y la cancelaci—n de la deuda. En su lugar, las IBW se centraron en la idea de ÒatraerÓ el financiamiento privado con un Laboratorio para la Inversi—n del Sector Privado en el Banco. Los servicios pœblicos privatizados est‡n plagados de problemas de equidad y calidad La Corporaci—n Financiera Internacional (CFI), el brazo del Banco Mundial para el sector privado, se enfrenta a un escrutinio particular a medida que aumentan las pruebas de pr‡cticas nocivas en el marco de los proyectos financiados por la CFI, incluido el reciente esc‡ndalo de Bridge International Academies (vŽase el Observador de Invierno de 2023). Las Reuniones Anuales de 2023 ofrecieron nuevas pruebas de los da–os respaldados por la CFI, en este caso a los servicios sanitarios, tras un condenatorio informe de Oxfam Internacional en junio, titulado Sick Development. El informe mapea flujos de financiamiento entre las instituciones financieras de desarrollo (IFD), incluido el Banco Mundial, y los proveedores privados de atenci—n mŽdica con fines de lucro en el Sur Global. A travŽs de estudios de casos en profundidad en India y Kenia, Oxfam descubri— que las promesas de la IFD de promover la cobertura sanitaria universal y proteger los derechos no se hab’an cumplido. En cambio, el dinero de los contribuyentes destinado a la lucha contra la pobreza y el logro de los objetivos de desarrollo, dado que las IFD se financian con fondos pœblicos, se est‡ utilizando para respaldar hospitales privados costosos y con fines de lucro que niegan el servicio, quiebran o incluso retienen a los pacientes que no pueden pagar. Al tiempo que se–ala que el Banco tiene el mandato de ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reducir la pobreza y apoyar el crecimiento inclusivo, el informe expone los graves da–os a los pacientes en los hospitales financiados por la CFI, la falta de transparencia de las inversiones, los flujos cuestionables de dinero de los contribuyentes hacia para’sos fiscales y el fracaso final de las inversiones en atenci—n mŽdica de IFC para brindar apoyo adecuado a quienes m‡s lo necesitan (es decir, los m‡s pobres y vulnerables). El informe explica que Òla CFI ha estado a la vanguardia de la campa–a para utilizar fondos pœblicos para maximizar el papel de los proveedores financieros privados y comerciales en los sistemas de salud en el Sur GlobalÓ, y agrega que Òlo que falta es una teor’a clara y evidenciada del cambio en cuanto a c—mo las inversiones de las IFD en proveedores de atenci—n mŽdica privados con fines de lucro tendr‡n Žxito en promover el acceso a una atenci—n mŽdica de calidad en favor de los pobres y con equidad de gŽnero sin dificultades financierasÓ. En un evento del Foro de Pol’ticas Relativas a la Sociedad Civil (CSPF, por sus siglas en inglŽs) en las Reuniones Anuales de este a–o, titulado Development finance to for-profit private healthcare: What implications for uhc, human rights and gender equality?, el representante de la CFI, Charles Dalton, respondi— a una presentaci—n de la autora principal del informe, Anna Marriott, de Oxfam, se–alando que la CFI acepta que tales constataciones son inaceptables y los investigar‡ a fondo. Sin embargo, subray—, hay que encontrar una soluci—n a las necesidades sanitarias y, lamentablemente, la consolidaci—n fiscal es inevitable. Dalton respondi— que estaba Òpersonalmente molesto y enojado por las historiasÓ y admiti— que Òpodr’an hacerlo mejor. El sector privado no tiene todas las soluciones y la CFI no lo afirma. Pero la demanda de suministro es muy grande y tenemos que pensar de manera ampliaÓ. Sin embargo, las principales instituciones mundiales no est‡n de acuerdo en que el financiamiento privado sea la pieza que falta en la atenci—n sanitaria y otros servicios pœblicos. La gu’a de la Organizaci—n Mundial de la Salud (OMS) para lograr la atenci—n mŽdica universal, por ejemplo, establece que Òlos pa’ses deben reducir su dependencia del financiamiento privado y, en su lugar, avanzar hacia una atenci—n mŽdica financiada principalmente con fondos pœblicos, porque conduce a una mayor eficiencia, eficacia y equidadÓ. La consolidaci—n fiscal, c—mplice de la austeridad Human Rights Watch tambiŽn ha publicado otras investigaciones cr’ticas que exploran el enfoque del FMI para abordar la desigualdad. En un documento de septiembre, Bandage on a Bullet Wound, se analizaron 39 programas de prŽstamos del FMI desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 hasta marzo de 2023 para evaluar la respuesta del FMI a las crisis desde una perspectiva de derechos humanos. El informe constat— una preferencia abrumadora hacia la consolidaci—n fiscal y subray— que este es el caso a pesar de que el propio Informe de perspectivas de la econom’a mundial 2023 del FMI concluy— que Òen promedio, las consolidaciones fiscales no reducen la relaci—n deuda/PIBÓ. Un documento de oto–o de 2023, de Barry Herman, de la organizaci—n de la sociedad civil alemana Social Justice in Global Development, titulado IMF has a new policy on social spending: How should the Fund implement it?, analiz— la forma en que el FMI ofrece asesoramiento y determina los requisitos de pol’tica para sus prŽstamos en el marco de su nueva estrategia de gasto social. El documento se–al— que Òlos recientes programas nacionales y las recientes sugerencias en las consultas del Art’culo IV siguen encarnando un grado injustificado de austeridad, lo que afecta negativamente a los ciudadanos pobres y vulnerables de los pa’ses afectadosÓ. Herman se–al— que el Fondo identifica criterios clave para evaluar los programas de gasto social: idoneidad, eficiencia y sostenibilidad fiscal. Herman coment—: ÒBien, y ahora el FMI deber’a escuchar los llamamientos de la sociedad civil para que se preste apoyo universal a las madres y los ni–os, a los discapacitados y a los ancianos, financiado a travŽs de una tributaci—n progresiva suficiente, complementada con asistencia internacional en los pa’ses m‡s pobres y durante las cat‡strofesÓ. En medio de las discusiones en curso sobre la gobernanza mundial y la creciente preocupaci—n por la paz y la estabilidad (vŽase el Observador de Invierno de 2023), los informes predicen un futuro dif’cil para los pa’ses prestatarios, con el desmoronamiento de los servicios pœblicos y de la capacidad del Estado, as’ como la consiguiente pŽrdida de confianza en las instituciones pœblicas, la escasa reducci—n de la deuda y los efectos negativos sobre los derechos humanos para miles de millones de personas. tinyurl.com/SickDevelopment ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias Marruecos y el Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad del FMI: equilibrio entre deuda, privatizaci—n y din‡micas neocoloniales RESUMEN - Marruecos obtuvo un prŽstamo de USD 1.320 millones del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (FFRS), sujeto a Ôcondiciones verdesÕ - Las Ôcondiciones verdesÕ del FFRS pueden desencadenar una fiebre del hidr—geno liderada por Europa en el pa’s, a expensas de los objetivos clim‡ticos y de desarrollo nacionales A finales de octubre, Marruecos obtuvo un prŽstamo de USD 1.320 millones del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (FFRS) del FMI. Establecido en 2022, el FFRS utiliza Derechos Especiales de Giro recanalizados para financiamiento a largo plazo en condiciones concesionarias y tiene como objetivo ayudar a los pa’ses de ingreso bajo y medio a abordar los desaf’os futuros de la balanza de pagos relacionados con el cambio clim‡tico (vŽase Al interior de las instituciones, What is the Resilience and Sustainability Trust?). El programa FFRS marroqu’ prevŽ 16 reformas en seis pilares. El pilar 2 se enfoca en la reforma del mercado de la electricidad, incluyendo la separaci—n de la empresa pœblica de electricidad y agua de Marruecos, la Office National de lÕƒlectricitŽ et de lÕEau Potable (ONEE). El FFRS justifica la separaci—n de la generaci—n, la transmisi—n y la distribuci—n afirmando que permitir’a una mayor competencia, impulsar’a la inversi—n en energ’as renovables y, en œltima instancia, conducir’a a precios m‡s bajos de la electricidad. Estas reformas se alinean con la nota de orientaci—n operativa del FFRS, incluido el empleo de asociaciones pœblico-privadas (APP) relacionadas con el clima (vŽase el Observador de Primavera de 2023 y el de Primavera de 2019). Este enfoque genera preocupaci—n porque la desagregaci—n de las empresas estatales puede entrar en conflicto con los objetivos clim‡ticos, al socavar los principios de transici—n justa (vŽase el Observador de Verano de 2022 y el de Primavera de 2022). Aunque, a corto plazo, las APP pueden liberar fondos pœblicos, a largo plazo, los riesgos de deuda pœblica derivados de pasivos contingentes que podr’an materializarse pueden agotar los recursos fiscales para la acci—n clim‡tica y privatizar los beneficios, exponiendo as’ a los pa’ses a tribunales de soluci—n de controversias entre inversores y Estados, conocidos por su sesgo hacia las empresas y su falta de rendici—n de cuentas democr‡tica (vŽase el Observador de Primavera de 2023 y el de Verano de 2020). Este enfoque de las APP tambiŽn impone costos para los ciudadanos. Es preocupante que la estrategia del FFRS en Marruecos estŽ vinculada a las reformas fiscales, que elevan los precios del carbono para motivar Òcambios de comportamientoÓ de acuerdo con los objetivos clim‡ticos, al tiempo que se ahorran recursos pœblicos para el pago de la deuda. En consecuencia, el pœblico asume el costo de reducir el riesgo de los proyectos clim‡ticos para obtener ganancias privadas, enfrentando costos de energ’a m‡s altos sin el correspondiente apoyo pœblico. ÀQuiŽn gana? El papel del FFRS en la captaci—n internacional del hidr—geno verde Al concluir el debate del Directorio del FMI sobre el programa FFRS de Marruecos en septiembre de 2023, el subdirector gerente del FMI, Kenji Okamura, afirm—: ÒMarruecos est‡ bien posicionado para cosechar los beneficios de la agenda mundial de descarbonizaci—nÓ. Pero ÀquiŽn se beneficiar‡ realmente de esta agenda? Las reformas del FFRS podr’an ayudar a impulsar una fiebre del hidr—geno en Marruecos, impulsada por el interŽs de la UE, tal como se describe en la Estrategia Europea del Hidr—geno 2020. El grupo holandŽs de expertos Transnational Institute advierte que el impulso Òpara el hidr—geno verde podr’a servir a la transici—n energŽtica de Europa, pero en el norte de çfrica se traducir‡ en una proliferaci—n de zonas de sacrificio en la regi—nÓ. El impacto de la estrategia de la UE en la configuraci—n de las reformas del FFRS de Marruecos se desprende de su alineamiento con el Informe sobre clima y desarrollo de pa’s (CCDR, por su sigla en inglŽs) de Marruecos, de 2022, del Banco Mundial. El CCDR se centra en facilitar la entrada de inversores europeos en el sector de las energ’as renovables de Marruecos, por ejemplo, mediante la separaci—n de la ONEE y la mejora del marco jur’dico y reglamentario para hacerlo compatible con el mercado de la UE. En consecuencia, la atenci—n parece centrarse en la utilizaci—n de los recursos energŽticos renovables de Marruecos en beneficio de Europa. Esta din‡mica se puede ejemplificar en proyectos como el proyecto solar y e—lico Tan-Tan, gestionado por la empresa brit‡nica Xlinks, que tiene como objetivo satisfacer el 8% de las necesidades de electricidad del Reino Unido para 2030. Otros ejemplos incluyen un proyecto francŽs que cubre 170.000 hect‡reas de tierras de propiedad estatal, y la empresa australiana CWP Global que contempla un acuerdo de USD 20.000 millones con Marruecos para un megaproyecto de hidr—geno verde y amon’aco verde. Shereen Talaat, de la OSC marroqu’ MENAFem Movement For Economic, Development and Ecological Justice, dijo: ÒLa sociedad civil marroqu’ expresa su preocupaci—n por el impacto neocolonial percibido del FFRS en Marruecos, al verlo como una herramienta que favorece los intereses extranjeros a expensas del bienestar de nuestra naci—n. El Žnfasis en los proyectos de hidr—geno verde, influenciados por entidades externas como el Global Gateway de la UE, genera temor por la explotaci—n y la creaci—n de zonas de sacrificio. Existe el temor de que nuestros recursos de energ’a renovable puedan ser utilizados en beneficio del Norte Global, haciŽndose eco de los patrones hist—ricos de extracci—n de recursos y colonizaci—n que priorizan las ganancias sobre las necesidades de nuestros ciudadanosÓ. tinyurl.com/RSTMorocco ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias La elecci—n del Banco Mundial para albergar el nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os provoca la ira de los pa’ses en desarrollo y de los activistas de la sociedad civil RESUMEN Los pa’ses en desarrollo insisten en una lista de condiciones mientras el Banco es nombrado anfitri—n interino del nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os El hecho de que no se invocara la Ôcl‡usula de expiraci—nÕ en los Fondos de Inversi—n Clim‡tica auspiciados por el Banco en 2016 se consider— una advertencia A principios de noviembre, tras tensas negociaciones, el ComitŽ de Transici—n sobre PŽrdidas y Da–os (TC, por su sigla en inglŽs) adopt— un paquete de propuestas para poner en funcionamiento un nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os (LDF, por su sigla en inglŽs), que incluye un acuerdo por el que ser‡ acogido por el Banco Mundial durante cuatro a–os con car‡cter provisional. El acuerdo de las propuestas del TC, que se aprob— formalmente en la COP28 celebrada en Dub‡i (Emiratos çrabes Unidos) el 30 de noviembre, se produjo tras las marcadas divisiones que surgieron entre los representantes de los pa’ses desarrollados y los de los pa’ses de ingreso bajo y medio durante las negociaciones, ya que se descart— la opci—n de crear un fondo independiente en favor de una propuesta liderada por Estados Unidos de un fondo acogido por el Banco Mundial. El LDF, cuya creaci—n se acord— en la COP27 de 2022 (vŽase el Observador de Primavera de 2023), con un mandato de un a–o para aclarar c—mo se pondr’a en marcha, tiene por objeto ayudar a los pa’ses a hacer frente a las crecientes pŽrdidas y da–os causados por el cambio clim‡tico. Tal como se–al— el representante de Barbados, Avinash Persaud, en la reuni—n del TC de noviembre, esto ya asciende a casi USD 200.000 millones al a–o en los pa’ses vulnerables al clima. Sin embargo, las negociaciones s—lo dieron lugar a un discurso sobre contribuciones voluntarias en lugar de obligatorias basadas en la responsabilidad hist—rica de los pa’ses desarrollados por el cambio clim‡tico. Las promesas iniciales al LDF tras su aprobaci—n en la COP28 ascendieron a USD 650 millones. Voces de la sociedad civil rechazan la elecci—n del Banco Mundial como anfitri—n del Fondo A medida que el Banco emerg’a como el probable anfitri—n del LDF en noviembre, los pa’ses en desarrollo presentaron una amplia lista de demandas exigidas para aceptar la propuesta, incluyendo la autonom’a del directorio del FMI para seleccionar a su director ejecutivo y para Òestablecer y utilizar sus criterios de elegibilidad, sobre la base de la orientaci—n de la CMNUCC y el Acuerdo de Par’s, incluso en los casos en que difiera de los criterios del Banco MundialÓ. Los activistas de la sociedad civil tambiŽn expresaron su profunda preocupaci—n por la selecci—n del Banco como anfitri—n. ÒEl Banco Mundial, como anfitri—n interino del nuevo Fondo de PŽrdidas y Da–os, encarna un enfoque profundamente err—neoÓ, dijo Harjeet Singh, de la Climate Action Network International. ÒArraigada en pol’ticas neoliberales, su estructura de gobernanza ha favorecido durante mucho tiempo a los pa’ses ricos, a menudo en detrimento de los pa’ses en desarrollo. El Fondo de PŽrdidas y Da–os debe ser independiente, equitativo y estar verdaderamente en sinton’a con las necesidades de las comunidades vulnerables. No puede estar bajo el control de una instituci—n con un historial de pr‡cticas injustas y perjudiciales para el medio ambienteÓ (vŽase el informe The World Bank and the environment: A legacy of negligence, reform, and dysfunction). Aunque el LDF estar‡ bajo su propia estructura de gobernanza Ðen lugar de bajo el control de la junta directiva del Banco, donde Estados Unidos conserva el poder de veto de facto sobre las decisiones claveÐ, hay otras razones para preocuparse por el acuerdo de acogida. En un art’culo de opini—n publicado el 3 de noviembre por el medio de noticias en l’nea Climate Home, David Archer, de ActionAid International, representante de la sociedad civil en la Alianza Mundial para la Educaci—n (AME), uno de los 26 fondos de intermediarios financieros que actualmente alberga el Banco Mundial, coment— sobre el aumento de las tasas administrativas cobradas por el Banco en los œltimos a–os: ÒHace unos a–os, esto subi— al 17% (del 12% de los costos de la Secretar’a) y luego el banco intent— aumentarlo al 24%. Esto provoc— la indignaci—n de la junta directiva de la AME, que negoci— la reducci—n al 20,5%Ó. La noci—n de que el Banco es un anfitri—n ÔinterinoÕ del LDF tambiŽn fue recibida con incredulidad por los observadores de la sociedad civil, despuŽs de la larga saga de los Fondos de Inversi—n Clim‡tica (CIF, por su sigla en inglŽs) auspiciados por el Banco Mundial. Cuando se crearon los CIF en 2008, se incluy— una Ôcl‡usula de expiraci—nÕ, en el entendimiento de que los CIF se cerrar’an m‡s tarde para dar paso a un fondo clim‡tico con sede en las Naciones Unidas. A pesar de la posterior creaci—n del Fondo Verde del Clima con sede en las Naciones Unidas, la decisi—n de invocar la cl‡usula de expiraci—n se retras— en 2016 y se suspendi— indefinidamente en 2019 (vŽase el Observador de Verano de 2019). tinyurl.com/LossAndDamageFund ===================================================================== MEDIO AMBIENTE/antecedentes Laure-AlizŽe Le Lannou se une al Proyecto Bretton Woods como nueva oficial del Proyecto de Medio Ambiente El Bretton Woods Project se complace en dar la bienvenida a Laure-AlizŽe Le Lannou como nuestra nueva Oficial del Proyecto de Medio Ambiente. En su cargo, Laure-AlizŽe apoyar‡ el trabajo de BWP en el cabildeo por el medio ambiente y el clima focaliz‡ndose en el Banco Mundial. Sus responsabilidades incluir‡n la realizaci—n de investigaciones sobre las pol’ticas del Banco en materia de clima y energ’a. Adem‡s, ayudar‡ en el desarrollo de una campa–a para reformar los Derechos Especiales de Giro del FMI a fin de atender mejor las necesidades de financiamiento para el clima y el desarrollo de los pa’ses en desarrollo. Antes de incorporarse, Laure-AlizŽe trabaj— en el ZOE Institute-for Future fit Economies, donde realiz— investigaciones sobre la transformaci—n socioecol—gica en la Uni—n Europea. En ZOE, su trabajo incluy— la pol’tica industrial verde en la UE y la creaci—n de un êndice de Resiliencia Econ—mica para guiar a las econom’as hacia el bienestar dentro de los l’mites planetarios. Laure-AlizŽe es una apasionada del nuevo pensamiento econ—mico, centr‡ndose en por quŽ nuestro sistema actual conduce al colapso ecol—gico y al aumento de las desigualdades y explorando formas de transformarlo para lograr la justicia clim‡tica y econ—mica. AlizŽe tiene una maestr’a en Estudios del Desarrollo de la Universidad de Cambridge, donde estudi— el impacto del Consenso de Washington en las experiencias de desarrollo, y una licenciatura en Econom’a y Relaciones Internacionales de la Universidad de St Andrews. tinyurl.com/StaffChangesBWP ===================================================================== FINANZAS/an‡lisis La Nueva Agenda para la Paz del secretario general de las Naciones Unidas pide una reforma urgente de la arquitectura financiera y las pol’ticas. RESUMEN El informe del secretario general de las Naciones Unidas se–ala que las reformas de la arquitectura financiera son esenciales para hacer frente a las crecientes amenazas a la paz y la estabilidad Las estrategias del Banco Mundial y el FMI no abordan los factores m‡s amplios de fragilidad, conflicto y violencia La falta de apoyo a las reformas de la gobernanza y las pol’ticas en el FMI y el Banco Mundial plantea un desaf’o importante para la paz y la estabilidad En julio, en v’speras del 75¼ aniversario de la Declaraci—n Universal de Derechos Humanos (vŽase el Observador de Verano de 2023 y el de Primavera de 2023), el secretario general de la ONU, Ant—nio Guterres, public— un informe titulado A New Agenda for Peace (NAP) en el que ped’a medidas inmediatas para hacer frente a las crecientes amenazas a la paz y la estabilidad. El informe sostiene que los desaf’os a la paz y al orden multilateral, en tŽrminos m‡s generales, tienen sus ra’ces en cuestiones de confianza, cooperaci—n y solidaridad entre los pa’ses y dentro de ellos, y van m‡s all‡ de la din‡mica en situaciones individuales de fragilidad, conflicto y violencia (FCV). La NAP es una adici—n importante a los llamamientos por un Ônuevo multilateralismoÕ, ya que hace hincapiŽ en las implicaciones para la paz y la seguridad del actual sistema internacional injusto, del que las instituciones de Bretton Woods (IBW) Ðel Banco Mundial y el FMIÐ son componentes clave. El informe da una gran importancia a los viejos llamamientos de la sociedad civil para el establecimiento de un orden econ—mico m‡s justo y sostenible desde el punto de vista medioambiental que mejore el contrato social (vŽase el Observador de Verano de 2022). Muchos ‡rboles, ni un bosque a la vista: La visi—n miope de las IBW ignora los impactos de la austeridad y la privatizaci—n en la fragilidad El FMI y el Banco Mundial han estado preocupados durante mucho tiempo por las consecuencias negativas de las situaciones de FCV. En marzo de 2022 el FMI public— su Estrategia para los Estados fr‡giles y afectados por conflictos (vŽase el Observador de Oto–o de 2022), que sigui— al lanzamiento, en 2019, de la Estrategia sobre fragilidad, conflicto y violencia del Banco Mundial 2020-2025 (vŽase el Observador de Oto–o de 2019). Las estrategias son adaptaciones bienvenidas a los enfoques de ambas instituciones sobre situaciones fr‡giles y afectadas por conflictos. Detallan acertadamente los impactos negativos de las situaciones de FCV en la pobreza, la inseguridad alimentaria y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reconocen sus efectos indirectos da–inos y se–alan que la gobernanza y capacidad administrativa dŽbiles, la falta de confianza en las instituciones y el dŽbil desarrollo de los recursos humanos contribuyen a las situaciones de FCV. Sin embargo, ambas estrategias se limitan a las intervenciones en situaciones de fragilidad y conflictos y las tratan como si existieran en un vac’o pol’tico e hist—rico, sin tener en cuenta la relaci—n entre la posici—n de fragilidad y conflicto en una econom’a global desigual y los generadores locales de situaciones de FCV. No tienen en cuenta hasta quŽ punto las IBW han contribuido a lo que el Banco Mundial reconoce como una Ôcrisis de desarrolloÕ y lo que el Fondo reconoce como un aumento del malestar social (vŽase el Observador de Invierno de 2022) a travŽs, entre otras cosas, de su apoyo a la austeridad, la privatizaci—n de los servicios sociales y los recortes en la masa salarial del sector pœblico, incluyendo para la prestaci—n de servicios de salud y educaci—n (vŽase el Observador de Primavera de 2022, y el de Oto–o de 2019). De hecho, estas pol’ticas actœan como impulsores de situaciones de FCV al contribuir a la erosi—n del contrato social y a la desconfianza en las instituciones pœblicas en el ‡mbito nacional y mundial. El fracaso de las reformas de gobernanza y pol’ticas en el Banco y el Fondo amenaza la paz y la estabilidad En contraste con el alcance limitado del enfoque del Banco y el Fondo sobre las situaciones de FCV, la NAP identifica las reformas del orden mundial como esenciales para la paz y la seguridad. Afirma que Òcorregir los desequilibrios hist—ricos generalizados que caracterizan al sistema internacional, desde los legados del colonialismo y la esclavitud hasta la arquitectura financiera mundial profundamente injusta y las anacr—nicas estructuras de paz y seguridad de hoy, debe ser una prioridadÓ. El documento establece un v’nculo claro entre la distribuci—n desigual de los beneficios del sistema actual y la creciente desconfianza en las instituciones, tanto nacionales como mundiales. Desafiando la narrativa de la brecha de financiamiento de los principales accionistas y gerentes del Banco y el Fondo, la NAP enfatiza que financiar adecuadamente los ODS no es caridad, sino Òeminentemente justo para reparar las injusticias pasadas y actuales, en particular las que se cometen en el comercio internacional y el sistema financiero mundialÓ. Se–ala el impacto de la deuda en la capacidad de los Estados para financiar las necesidades de desarrollo, el alto costo del capital para los pa’ses en desarrollo y la distribuci—n desigual de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI (vŽase el informe, Reconceptualising Special Drawing Rights as a tool for development finance) y el sistema tributario mundial desigual. En el informe se subraya que ÒEs de interŽs de todos los pa’ses desarrollados y en desarrollo reformar la arquitectura financiera internacional a fin de restablecer la confianza en el sistema y evitar un mayor distanciamiento y una eventual fragmentaci—n de las relaciones financieras y econ—micas internacionalesÓ. Por desgracia, los recientes acontecimientos en las IBW no son auspiciosos. El hecho de que no se haya llegado a un acuerdo sobre el reajuste de las cuotas, largamente postergado, en la 16» revisi—n de las cuotas del FMI, junto con la falta de voluntad para actuar en respuesta al llamamiento del secretario general de las Naciones Unidas para un est’mulo de los ODS basado en los DEG y el uso continuado de su pol’tica de recargos contraproducentes e innecesarios (vŽase el Observador de Primavera de 2023), apuntan a una falta de voluntad de los principales accionistas del FMI para comprender la naturaleza de las amenazas esbozadas en la NAP. Del mismo modo, la resistencia del Banco a utilizar el proceso de la Hoja de Ruta de la Evoluci—n para evaluar su contribuci—n a la Ôcrisis de desarrolloÕ que identifica correctamente es muy problem‡tica, en particular teniendo en cuenta las preocupaciones sobre el impacto negativo de su enfoque liderado por el sector privado sobre la desigualdad, la prestaci—n equitativa de servicios sociales esenciales (vŽase el Observador de Invierno de 2023), la erosi—n de los derechos laborales y los impactos fiscales de las asociaciones pœblico-privadas (vŽase el Observador de Primavera de 2023). La eficacia de la New Agenda for Peace depende, en gran medida, de la voluntad de la direcci—n de las IBW y de los principales accionistas de ampliar su comprensi—n de la fragilidad y de apoyar activamente las recomendaciones de la NAP para reformar sus estructuras de gobernanza obsoletas e injustas y sus pol’ticas contraproducentes. Tal como subraya la profesora Erin McCandless, de la Universidad de Witswatersrand, Òesto requerir‡ reconocer las diversas causas profundas de la fragilidad, algunas de las cuales surgen en la elaboraci—n y ejecuci—n de los enfoques pol’ticos de Bretton Woods. Las medidas transformadoras hacia una mayor paz en el mundo tendr‡n que comenzar aqu’, y es poco probable que echen ra’ces con las reformas habitualesÓ. tinyurl.com/Agenda4Peace ===================================================================== FINANZAS/noticias El auge de los canjes bilaterales de divisas: Àuna amenaza para el FMI? RESUMEN El acuerdo de canje de Argentina con China pone de relieve importantes fallas en el papel del FMI en la red de seguridad financiera mundial Los canjes bilaterales de divisas socavan las normas multilaterales de concesi—n de prŽstamos y la previsibilidad del acceso a la financiaci—n de crisis Una nueva emisi—n y reconceptualizaci—n de los DEG ser’an los primeros pasos importantes para fortalecer el sistema Argentina, el mayor deudor del FMI con una deuda total pendiente de USD 46.000 millones, ha utilizado recientemente el equivalente a CNY 2.800 millones de un canje bilateral de divisas con China, para cubrir poco m‡s de la mitad de dos pagos pendientes de un prŽstamo del FMI de 2018, con el fin de evitar un impago al Fondo. Si bien la medida ayudar‡ a desbloquear m‡s financiamiento del FMI, tambiŽn pone de relieve una falla fundamental en el sistema de la Red Global de Seguridad Financiera (GFSN, por su sigla en inglŽs). La capacidad del FMI para garantizar la estabilidad financiera y gestionar las crisis financieras mundiales se ve cada vez m‡s socavada debido a su creciente incapacidad para aumentar su capacidad de recursos y reformar su sistema de gobierno. Esto pone de manifiesto importantes lagunas en la GFSN y est‡ obligando a los pa’ses a recurrir a los canjes de divisas que afianzan las relaciones de poder asimŽtricas y perpetœan el statu quo. De hecho, la crisis del Covid-19 ha demostrado que el FMI no ha proporcionado la liquidez necesaria, de USD 2,5 billones, estimada por la ONU. La asignaci—n de USD 650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) no solo result— insuficiente, sino que adem‡s se distribuy— de manera desigual, ya que los pa’ses con las necesidades m‡s apremiantes recibieron la asignaci—n m‡s baja. La ausencia de una reforma de la gobernanza del FMI es un caldo de cultivo para fuentes alternativas de financiamiento El rastreador GFSN de la Universidad de Boston revela que el FMI ya no es la fuente m‡s importante de prevenci—n de crisis y respaldo para todos los grupos de ingresos, con una mayor preferencia por los canjes bilaterales de divisas de los bancos centrales por parte de los pa’ses que pueden acceder a ellos. Por ejemplo, durante la crisis financiera mundial de 2008, los acuerdos de canje de Estados Unidos ascendieron a USD 850.000 millones, cuatro veces los activos brutos del FMI. El 19 de marzo de 2020 la Reserva Federal reactiv— las l’neas de canje con nueve bancos centrales y duplic— sus l’mites de canje. Si bien las l’neas de canje de los bancos centrales est‡n destinadas a aliviar las presiones de financiamiento externo, su acceso est‡ determinado principalmente por intereses geopol’ticos y econ—micos. Se sabe que los pa’ses los utilizan como herramientas pol’ticas para internacionalizar su moneda, como en el caso de China, o mantener la jerarqu’a monetaria y dominar el estatus de prestamista internacional de œltima instancia, como en el caso de Estados Unidos (vŽase el Observador de Oto–o de 2022). El peligro de acceder a los canjes de divisas de los bancos centrales, a diferencia del financiamiento del FMI, es que el acceso a los canjes de divisas no es predecible y no se basa en normas acordadas multilateralmente. Esto podr’a socavar elementos clave de la GFSN, como las normas multilaterales de prŽstamo y la previsibilidad del acceso al financiamiento para las crisis. Adem‡s de la naturaleza geopol’tica contingente de los canjes de divisas, excluyen a una gran mayor’a de los pa’ses de ingreso bajo y medio y, por lo tanto, refuerzan aœn m‡s las asimetr’as existentes en el sistema financiero internacional. La œnica manera de resolver este problema sistŽmico es hacer de los DEG la principal fuente de financiamiento antic’clico y reformar el sistema de gobernanza del FMI, desvinculando los DEG del sistema de cuotas y garantizando una representaci—n m‡s equitativa de los pa’ses en el proceso de toma de decisiones del FMI (vŽase el Observador de Oto–o de 2023). Si bien los accionistas del FMI siguen siendo cautelosos a la hora de utilizar los DEG como instrumento de la GFSN, las organizaciones de la sociedad civil llevan a–os pidiendo nuevas asignaciones de DEG para aumentar las reservas y estabilizar las econom’as despuŽs de la pandemia, y una distribuci—n m‡s justa basada en las necesidades de financiamiento de los pa’ses en lugar del sistema de cuotas. La urgente reforma de la estructura de gobierno del FMI sigue siendo la soluci—n m‡s viable para que la GFSN funcione bien y garantice la estabilidad del sistema multilateral en un momento de creciente inestabilidad. tinyurl.com/DebtSwaps ==================================================================== FINANZAS/noticias La sociedad civil insta a los gobiernos a acordar un organismo tributario de la ONU como alta prioridad. El 22 de noviembre los miembros de la ONU votaron a favor del Grupo Africano en la propuesta de la ONU de un convenio tributario integral de la ONU. La votaci—n se produjo tras una carta del 7 de noviembre, firmada por m‡s de 200 organizaciones y sindicatos de todo el mundo, en la que se ped’a a los gobiernos que apoyaran la propuesta. El organismo de la ONU resultante del convenio relevar’a de la toma de decisiones la OCDE, un club mayoritariamente de naciones ricas, que ha sido criticado, incluso por el secretario general de la ONU, Ant—nio Guterres, por permitir que los pa’ses ricos tengan una influencia descomunal sobre las normas tributarias mientras ignoran las necesidades de los pa’ses en desarrollo. En la carta tambiŽn se plante— la importancia de garantizar que no se dejen de lado en las negociaciones cuestiones clave, entre ellas: mantener un alcance hol’stico, as’ como flexibilidad y resiliencia para garantizar resultados equitativos, establecer v’nculos claros entre el nuevo organismo tributario y otras agendas de las Naciones Unidas y garantizar la participaci—n efectiva de la sociedad civil en todo el proceso. La hist—rica decisi—n de iniciar las negociaciones para un convenio tributario de la ONU tuvo lugar en noviembre de 2022, por consenso, y fue muy bien recibida por los grupos de la sociedad civil, que desde hace m‡s de dos dŽcadas piden un organismo tributario internacional que permita la participaci—n de todos los pa’ses por igual. En una carta abierta el d’a antes de la votaci—n, la Comisi—n Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglŽs), que incluye a economistas de renombre como Jayati Gosh y JosŽ Antonio Ocampo, tambiŽn expres— su apoyo a un organismo tributario de la ONU, instando a los pa’ses ricos a no bloquear la votaci—n. Sin embargo, la votaci—n fue aprobada sin el apoyo de los miembros de la UE, el Reino Unido y Estados Unidos, entre otros. tinyurl.com/TaxConventionUN ==================================================================== MEDIO AMBIENTE/noticias El financiamiento comercial de la CFI continœa invirtiendo en combustibles f—siles, sin supervisi—n de la Junta Directiva Una nueva investigaci—n realizada en septiembre por la organizaci—n de la sociedad civil alemana Urgewald revel— que el Grupo Banco Mundial invirti— unos USD 3.700 millones en proyectos de petr—leo y gas en 2022, a travŽs del financiamiento comercial. A pesar de las afirmaciones de que se est‡ reenfocando en la transici—n hacia una econom’a baja en carbono, la Corporaci—n Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco, sigue realizando inversiones que destruyen el clima, incluso en proyectos de petr—leo, gas y carb—n (vŽase el Observador de Invierno de 2022). La investigaci—n se centr— en el financiamiento comercial proporcionado por la CFI, un instrumento de financiamiento indirecto opaco, que incluye productos financieros complejos, como bonos, acciones y garant’as, utilizados por bancos y otras instituciones para garantizar pagos o proporcionar capital a corto plazo a Estados o empresas. Desde 2019 la CFI ha duplicado la cantidad de financiamiento comercial que ofrece, y ahora representa m‡s del 60% de sus compromisos anuales de financiamiento, pero aœn existe una falta de transparencia en torno a c—mo se gastan los fondos, ya que m‡s del 70% del financiamiento comercial de la CFI se entrega en secreto. Heike Mainhardt, de Urgewald, afirma: ÒLa forma m‡s f‡cil para que una compa–’a petrolera o una operaci—n de carb—n oculte fondos pœblicos es a travŽs de un financiamiento comercial complejo y opaco. Representa una enorme laguna que debe ser cerrada por el Directorio del Banco Mundial exigiendo la divulgaci—n pœblica de las transacciones de financiamiento comercial y agregando finalmente el carb—n, el petr—leo y el gas a la lista de exclusi—n de la CFI para el financiamiento directo e indirectoÓ. Mientras continœe esta falta de transparencia, el Banco Mundial estar‡ muy lejos de su compromiso declarado de alinearse con el Acuerdo de Par’s (vŽase el Observador de Verano de 2023 y el de Invierno de 2021). tinyurl.com/IFCTrade ==================================================================== The El Observer est‡ disponible en pdf, en la web y por correo electr—nico. Observador www.brettonwoodsproject.org/observer/ Espa–ol: www.brettonwoodsproject.org/es/observador Suscripciones: www.brettonwoodsproject.org/subs El Proyecto Bretton Woods es un proyecto auspiciado por ActionAid, Reino Unido Entidad benŽfica registrada No. 274.467, England and Wales charity no. 274.467, Scottish charity no. SC045476. Esta publicaci—n est‡ respaldada por una red de ONG del Reino Unido, la C.S. Mott Foundation, la William and Flora Hewlett Foundation y el Wellspring Philanthropic Fund. No se necesita permiso para reproducir ISSN 2053-7522 Dise–o de Base Eleven